Prats, en un momento de la entrevista.

Tras militar en el PP y ocupar áreas de gobierno en el Ayuntamiento de Eivissa durante la presente legislatura, Rai Prats se ha integrado en el proyecto de Alternativa Insular (AI) y ha aceptado el reto de representar a esta formación en la carrera electoral de Vila.

—¿Qué o quién le impulsa a dejar el PP y ‘fichar’ por Alternativa Insular?

—Fiché por el carácter insularista de este partido, entendiendo que las grandes formaciones se deben a una disciplina nacional o balear y que en esos ámbitos no se entienden cuestiones importantes para Eivissa.

—En ese sentido, ¿le decepcionó la falta de ambición insularista del PP?

—Me decepcioné con el PP siendo concejal de Turismo, cuando comprobé, por ejemplo, que en las ferias turísticas nos ponían en la parte de atrás del stand de Balears.

—Durante unas horas usted fue el designado para substituir a Pilar Marí en la alcaldía de Vila, tras la polémica de los whatsapps. ¿Por qué acabó renunciando?

—Por lealtad a Pilar Marí. En un momento determinado ella dijo que abandonaba la alcaldía y yo acepté asumir relevarla por responsabilidad política. Después cambió de opinión, manifestó que quería seguir como alcaldesa y yo, en base a esa lealtad, di un paso atrás.

—Más allá de aquellos problemas cuyas soluciones dependen de Palma o Madrid, hay cuestiones que se pueden abordar directamente desde el Ayuntamiento; la suciedad de la ciudad o el tráfico, por ejemplo.

—En cuanto a la limpieza, ahora funcionamos con una contrata caducada y en base a unos criterios de población del 2002. La nueva contrata debe prever la figura de un auditor que no controlaría la frecuencia con la que se limpia sino los resultados. Cuando éstos no sean satisfactorios, la empresa cobrará menos. Con esto, pensamos que se solucionaría el tema. Y en cuanto al tráfico, optamos por dos párkings subterráneos -en Isidor Macabich y en el parque Reina Sofía- por asfaltar los aparcamientos disuasorios y por reordenar el tráfico para evitar que los coches lleguen al centro. También apostamos por un sistema de ‘bicing’ como el que está implantado en Barcelona.

—¿Podrías resumir en dos frases qué haría usted con el Cetis?

—Lo queremos abierto y conectado con una línea circular de microbuses que transiten toda la ciudad. Los residentes no pagarían por ese servicio.

—¿Con quién se ve pactando tras las elecciones en el caso de entrar en el Ayuntamiento?

—A la hora de pactar no cerramos las puertas a nadie, pero hoy por hoy no nos planteamos integrarnos en el futuro gobierno municipal.