El promotor inmobiliario Matthias Kühn y el constructor Guido Hecker han presentado ante el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Eivissa, José Espinosa, sendos escritos en los que plantean un incidente de nulidad contra el auto de apertura de juicio oral contra ambos por unas obras en la isla de Tagomago.
En esa resolución, el juez incluye el delito contra el medioambiente y los recursos naturales, además de otro contra la ordenación del territorio, por unas obras en una vivienda situada en el islote.
Los abogados de Kühn, José Antonio Choclán, y de Hecker, Carlos Barceló, alegan que sus clientes ya habían sido absueltos de forma provisional del delito contra el medioambiente, según recoge el auto de 10 de julio de 2014.
Añaden que ese auto adquirió firmeza al no ser recurrido en tiempo y forma por la Fiscalía de Balears, convirtiéndose de esa manera «en una resolución intangible e invariable».
Las defensas sostienen que la inclusión del delito contra el medio ambiente «vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva», y les causa «una flagrante indefensión».
En el escrito al que ha tenido acceso este diario, la defensa de Kühn recuerda que su empresa suscribió en 2006 un contrato de arrendamiento por la cual cedía a la entidad Isla Tagomago la vivienda unifamiliar denominada Can Domingo por un tiempo de diez años. En este sentido, los abogados recuerdan que la casa, la piscina, las terrazas y los porches se construyeron en 1980 con una licencia y que en 2007 se solicitó al Ayuntamiento de Santa Eulària de nuevo una licencia para la realización de una serie de obras menores que en ningún caso implicaban ni incremento de volumen ni de superficie sobre lo y existente.
Por lo tanto, en el recurso para evitar el juicio reiteran que no hay ninguna prueba que confirme la existencia de un delito medio ambiental, como defiende el Ministerio Fiscal.
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