Una imagen de la tortuga Caretta Caretta cuando salió a la playa este miércoles.

De nuevo la misma sensación. Ilusión y luego frustración. Eso es lo que vivieron la madrugada del jueves biólogos, oceánografos, agentes de medioambiente, protección civil y voluntarios al ver como ayer la tortuga caretta caretta más famosa de Eivissa durante los últimos días, volvía a salir a la arena, volvía a hacer su nido, y volvía por donde había venido, dirección al mar sin dejar sus huevos. Afortunadamente, en esta ocasión los expertos consiguieron en esta ocasión marcarla, medirla y colocarla un chip para tenerla controlada en caso de recaptura.

En esta ocasión el animal salió del agua en otro punto de la misma playa de Santa Eulària, esta vez más cerca de la desembocadura del río y junto a la rampa de acceso. Rápidamente, en cuanto se tuvo constancia de su presencia en la arena se puso en marcha el amplio dispositivo compuesto por, entre otros muchos el técnico de Medioambiente del Ayuntamiento de Santa Eulària, Javier Gómez y el biólogo Guillem Félix, del equipo de Palma Aquarium y llegado desde Palma para la ocasión, pero ninguno de los presentes pudieron contemplar como dejaba sus huevos porque el sustrato de la arena no era el adecuado.

«Salió, intentó hacer su agujero para protegerse pero la arena estaba muy dura, estuvo un buen rato y luego, ante la frustración de todos, se volvió al mar dejándonos con el miedo en el cuerpo de que no suelte sus huevos en el mar perdiéndose todos», comentó ayer a este periódico Verónica Núñez, oceanógrafa del CREM y una de las personas más involucradas en el tema.

Optimismo entre los expertos

Aún así, entre los participantes en el dispositivo son optimistas de que esta tortuga volviera a hacer un tercer intento a lo largo de la noche de ayer. Si lo hace, estaríamos hablando de un hecho de gran valor científico puesto que estaríamos ante el primer caso documentado de tortuga Caretta Caretta que lo hace en Balears y puesto que se trata de una animal en peligro de extinción del que sólo uno de cada mil pequeños ejemplares llegan a la edad adulta.

Por ello, en caso de que alguien se encuentre con ella, Verónica Núñez pidió que se avisara al 112, que tiene establecido un protocolo de actuación para estos casos, y que «por favor, muy importante, nadie se acerque a ella, le haga fotos o hagan ruido a su alrededor».