Sonia Gómez atiende a un par de clientas en L'Ou Eivissa, establecimiento que abrió hace unos días. Foto: D. M.

El Mercat Nou de Vila ha ampliado hace unos días su gran familia con un nuevo puesto: l’Ou Eivissa, un comercio que apuesta por los productos frescos, locales y ecológicos de la isla.

«Procuramos al máximo que lo que tenemos sea ecológico y a la vez local», explica Sonia Gómez, responsable de este negocio.

«La fruta y verdura siempre son ecológicas y, cuando es temporada, son de aquí», comenta. «Fuera de temporada siguen siendo productos ecológicos, aunque procedan de fuera», reconoce abiertamente.«Los tomates que tenemos ahora, por ejemplo, son de la Península; los de la isla llegarán en un par de semanas», detalla.

Entre los productos locales de su puesto, este viernes había patatas ibicencas, remolacha o pinya de col, además de unas brillantísimas acelgas colocadas en un cubo como si de un ramo de flores o una planta de jardín se tratara.

«Cada vez la gente se preocupa más por la calidad de los alimentos que se lleva a la boca y además también se tiene más en cuenta si el proceso de obtención de esos productos cumple ciertos criterios medioambientales», sostiene Gómez. En este sentido se muestra convencida de la oportunidad de negocio que se le abre: «Creo que hay un hueco en el Mercat para estos productos, soy clienta de aquí y creo que poco a poco saldremos adelante», manifiesta.

El origen del proyecto se remonta un par de años atrás. Gómez, que anteriormente se dedicó al sector audiovisual en Mallorca, volvió a Eivissa con el propósito de dejar la imagen y dedicarse a vender «algo tangible, que se pudiera tocar con las manos y que además estuviera muy vinculado a la isla; así surgió L’Ou Productes d’Eivissa», indica la comerciante.

Hace un año lanzó una web con productos «hechos aquí o de inspiración ibicenca», entre los que se encuentran pinturas de autores locales, fotografías y libros sobre la isla y otros productos de fabricación local como bisutería, bolsos, billeteros, camisetas, jabones o un curioso pareopagès.

Por otra parte, su labor dentro de la cooperativa de cultivo ecológico Ecofeixes le dio la idea de dar vida a un establecimiento de frutas y verduras de la isla cuya producción fuera respetuosa con el medio ambiente. «Al venir aquí a menudo, lo conozco bien y pensé que no había mejor sitio que éste», señala Gómez.

Por su parte, la clientela le da la razón: «Ya le he dicho a mi frutera que algunas cosas te las compraré a ti porque son de aquí», dijo una clienta. «Bien, pero tampoco dejes de comprarle, que tampoco quiero entrar con mal pie», respondió sonriente Gómez.