Los alumnos se juegan mucho en pocas horas y la atención es máxima una vez que se han repartido los exámenes. | Toni Escobar

Después de una noche en vela y muchos nervios, alrededor de unos 400 estudiantes de Eivissa se han enfrentado a las pruebas de acceso a la Universidad que comenzaron ayer y se prolongarán hasta mañana jueves. «Han empezado con tranquilidad pero siempre hay nervios de los alumnos», comentó Margalida Payeras, vicerrectora d’Alumnes de la Universitat de les Illes Balears. De hecho, los nervios han jugado alguna mala pasada a algunos alumnos que se les ha olvidado el DNI. «Han tenido que avisar a sus padres para que se lo traiga, eso es fruto de los nervios pero son cosas que pasan, se arreglan y no pasa nada, queda como anécdota», comentó Joan Frau, responsable de Selectividad en Eivissa.
El escenario de las pruebas de esta convocatoria ha sido el IES Sa Colomina, en el que precisamente siguen las clases los de cuarto de ESO y primero de Bachiller, pero el resto del edificio está dedicado a los exámenes de selectividad. «Los institutos van cambiando, hay una rotación», comentaba Payeras.

El descanso

A las 10.30 de la mañana empezaba el descanso tras la primera prueba, un comentario de texto. Una de las primeras en salir era Madleine Kahl, de la Escuela de Artes, que confesaba que «estaba bastante tranquila, ayer hablé con una amiga que se presentó el año pasado y me dijo que no me preocupara», comentó esta ibicenca de padres alemanes afincada en Eivissa desde que tenía cuatro años. «Me salió como pensaba», dijo, aunque reconoció que «podía haber estudiado más».

Después se enfrentaban a la lengua extranjera, en la que Kahl ha optado por el alemán. Su intención es estudiar Comunicación Audiovisual en la ciudad alemana de Colonia. Kahl iba provista de una botella de agua, como muchos de los estudiantes, porque uno de los protagonistas de las jornada de ayer fueron las altas temperaturas en algunas de las aulas. «Se nota, han de pasar estos tres días con este calor, no hay más remedio», dijo Joan Frau, que relató que esta jornada comenzó sin ninguna incidencia reseñable. De los 412 matriculados en Eivissa, sólo el dos por ciento del total no se han presentado.

Testimonios

Los estudiantes consultados daban muestras de ir bien preparados. «Al principio estábamos con un poco de nervios pero ahora estamos más relajadas», confesaban las amigas Irene Muntaner y Paula Piedra, con la vista puesta en los estudios que quieren realizar. «Quiero hacer un doble grado de Magisterio Infantil y de Primaria», aseguraba Paula Piedra, y «yo un doble grado de Periodismo, Relaciones Públicas, Gestión Comercial y Marketing», añadía su amiga. Durante este curso han estado preparándose para esta cita e incluso haciendo exámenes de selectividad de otros años. Sin embargo, los nervios han sido los protagonistas. «La noche pasada fue horrible. Me desperté de madrugada y no podía dormir», relataba Paula.

Joel Martínez tampoco durmió mucho la noche previa a los exámenes. «He dormido cinco horas, me he despertado esta mañana y he desayunado. Me he dicho a mí mismo que tenía que estar tranquilo», relata este joven, del IES Macabich, que quiere estudiar INEF en Madrid . «Me ha ido bastante bien. No llevaba reloj y me faltaba el tiempo». Tampoco le fue mal a Joan Clapés. «Me ha salido bastante bien, era un examen facilito y hablando con mis compañeros dicen que también les ha salido bien. Esto es esperanzador para los siguientes exámenes. No he estado nervioso. Es verdad que es complicado porque son muchos exámenes pero la única manera de que te salga bien es ir tranquilo», comentaba este alumno de Sa Colomina, con la mirada puesta a los estudios de Ingeniería Industrial.

Algunos profesores de los institutos se acercaban a las aulas para ver cómo ha ido el examen, como el caso de Marisa Roig, profesora de la Consolación, con unos 40 alumnos afrontando las pruebas de selectividad. «El examen ha sido lo esperado. Tenia fe en que fuera teatro este año. La coordinadora de la UIB es una mujer de teatro. La otra opción era un texto humanístico, que ha sido bastante fácil. Era un examen fácil dentro de lo esperado».

La Consolación

De hecho, la profesora no se equivocó y un grupo de alumnos de la Consolación se mostraban muy satisfechos e incluso se abrazaron a la salida de la primera prueba al comprobar que su profesora había acertado «Estamos muy contentos. Era lo que esperábamos los de mi clase. La profesora lo predijo muy bien», relataba una sonriente Maria Valencia, que quiere estudiar Magisterio.