La naviera italiana MSC Cruceros apuesta por las escalas de larga duración (20 horas) para que los viajeros conozcan bien Eivissa. | DE

Tras estar en dique seco en los astilleros italianos Fincantieri durante 11 semanas el año pasado y haber ganado 24 metros de eslora hasta los 274,9 metros que tiene en la actualidad, el renovado MSC Armonía recaló ayer por primera vez en Eivissa en una escala de 20 horas y con la intención de transportar a la isla a más de 37.000 viajeros en las 14 escalas que tiene programadas este temporada (la primera fue ayer y la última tendrá lugar el 8 de septiembre). El buque, según informaron desde la naviera, tiene capacidad para transportar a 2.680 viajeros.

Con motivo de la presentación del nuevo barco y su primera escala en la isla, ayer se organizó un acto de bienvenida en el que la consellera de Turisme, Carmen Ferrer, y el responsable de la Autoritat Portuària en las Pitiüses, Joaquín Jiménez, aprovecharon la ocasión para recordar a los responsables de la naviera la importancia de alargar la presencia de cruceros en la isla, un ‘guante’ que recogieron tanto el capitán del crucero MSC Armonía, Ciro Pinto, como el director del crucero, Jean Stephan.

Según destacó Carmen Ferrer, el objetivo es trabajar los productos del destino Eivissa y conseguir que se programen más escalas fuera de temporada alta, principalmente de cruceros más pequeños cuyos pasajeros «buscan experiencias más desligadas del sol y el verano, como gastronomía, patrimonio o excursiones culturales».

El responsable de la APB en las Pitiüses destacó que el gestor portuario está trabajando en crear un «plan estratégico» para cada puerto en el que «un grupo de trabajo ofrezca a las navieras los productos del destino que lo hagan interesantes». Jiménez destacó que otra línea de trabajo en la que se debe insistir es en las escalas de larga duración y, de hecho, las navieras que prueban la larga estancia suelen repetir.

El MSC Armonía, por ejemplo, recalará 20 horas en sus visitas a Eivissa. «Hay que tener en cuenta que no todos los destinos pueden ofrecer escalas tan largas y es en esta línea donde hay que insistir. Muchas navieras ni se planteaban escalas nocturnas porque navegaban de noche, pero ahora se lo empiezan a plantear por el coste del combustible». Tanto Ferrer como Jiménez insistieron en la importancia de que el sector empresarial de las Pitiüses se implique en el turismo de cruceros, por ejemplo, manteniendo sus negocios abiertos: «Lo que está claro es que si la isla está cerrada los cruceros no vendrán», concluyó Jiménez.