El domicilio donde se encontró el cadáver fue custodiado toda la noche por la Guardia Civil, que interrogó a sus ocupantes.

Un silencio incómodo reinaba ayer por la mañana en los alrededores del número 11, A, de la calle del Mar en Sant Antoni de Portmany. Tras una noche movida con idas y venidas de los servicios sanitarios así como de la Policía Judicial y de la Guardia Civil, ayer a primera hora de la mañana nadie quería hablar sobre lo sucedido. Un violento crimen se cometió en la tarde del lunes, que terminó con la vida de una mujer de nacionalidad boliviana, de 37 años de edad. Una información confirmada por la Guardia Civil que a media mañana de ayer comunicó la detención de un individuo por estos hechos.

Según pudo saberse, la mujer fue encontrada con una profunda herida que le atravesaba el cuello, degollada con una arma blanca. La persona que encontró el cuerpo sin vida fue la pareja de la fallecida, que más tarde fue interrogada y detenida por la Guardia Civil. Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB), el detenido tiene antecedentes penales por delitos relacionados con la violencia de género. De hecho, el pasado lunes el marido de la fallecida estuvo realizando trabajos para la comunidad como cumplimiento de una condena previa por violencia de género sobre una pareja anterior, y una patrulla policial había acudido recientemente al domicilio de la víctima por una discusión, aunque la mujer asesinada no había presentado ninguna denuncia por violencia contra su pareja.

Los primeros en llegar al lugar del homicidio fueron los miembros la Policía Local de Sant Antoni. La víctima llevaba varias horas muerta cuando llegaron los agentes que dieron parte a la Policía Judicial tras percatarse de que se trataba de una muerte con claros signos de violencia.

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El Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa abrió una investigación y decretó el secreto del sumario del caso. El detenido convivía con la mujer fallecida junto a otras personas en el piso de la calle del Mar de Sant Antoni de Portmany, que fueron interrogadas ayer por la Benemérita.

La Guardia Civil indicó que está pendiente de determinar si el asesinato es un nuevo caso de violencia machista a la espera de los frutos de la investigación que se está llevando a cabo.

Los vecinos del barrio señalaron ayer que el hombre era muy callado y no lo conocían mucho, aunque sí tenía fama de ser una persona agresiva y violenta, y lamentaron el suceso ya que no desean que se cree mala fama en el barrio: «Ésta es una zona muy tranquila, jamás había pasado algo semejante», comentaron.