En su primera semana en el Ayuntamiento de Sant Antoni, el primer teniente de alcalde, Pablo Valdés inició una polémica en las redes sociales a raíz de una «limpieza de armarios» en el consistorio portmanyí y a la falta de documentos sobre la gestión del equipo de gobierno de la anterior alcaldesa, Pepita Gutiérrez.

En un mensaje publicado desde su cuenta personal en Facebook y Twitter, Valdés denunció la noche del jueves al viernes que no había localizado ningún documento relativo al anterior mandato y que «todo el contenido era del regidor de la legislatura 2008-2011».

La primera réplica en Twitter provino de Xicu Cardona, exconcejal de Gobernació, quien le recordó que «toda la gestión (del Ayuntamiento) es electrónica».

Inmediatamente, el actual edil de limpieza adujo que se refería literalmente a la poca pulcritud del anterior equipo de gobierno: «Cuatro años y no se había limpiado un cajón?», cuestionaba Valdés.

Entonces intervino el presidente de la Junta Local del Partido Popular en Sant Antoni, Joan Pantaleoni, para señalar con ironía que es un «malpensado» al creer que «insinuaba destrucción de documentos» cuando «criticaba limpieza».

Doble fondo

Entretanto, el mismo mensaje inicial de Valdés también generó comentarios de otros usuarios en Facebook que hablaban de «destructoras de papel» y «dobles fondos» y que cuestionaban la gestión de Lidia Prats.

La exconcejala pidió explicaciones a Valdés, ya que su mensaje había creado «confusión».

En este caso, el actual edil de limpieza justificó su mensaje inicial ante su predecesora en el cargo de la siguiente manera: «Haciendo hueco en los armarios del despacho, en vez de haber papeles de Verdugo, todo era de Pantaleoni. Y me hizo gracia. Pero nada más. No le saquemos punta a algo que no la tiene».

Valdés ya no volvió a intervenir y, con estas últimas palabras, la polémica parecía diluirse. Sin embargo, apenas unas horas más tarde, Pantaleoni hizo subir de nuevo la temperarura del ambiente.

Así, el todavía presidente de la Junta Local del PP en Sant Antoni (está previsto que en los próximos días presente su dimisión) intervino en Twitter y dirigió un mensaje a la cuenta de Reinicia Sant Santoni expresándose en los siguientes términos: «No borro mis tuits ni faces, asumo todo lo dicho, no me avergüenzo ni temo se publique. ¿Podéis decir lo mismo?». Esta cuestión, al menos en las redes, ya no obtuvo respuesta alguna.

Por otra parte, este periódico trató de contactar con los protagonistas de este episodio virtual. Así, Valdés manifestó que el incidente se debía a «un malentendido sin importancia» y quitó hierro a las «posibles interpretaciones» que se habían extraído de su mensaje inicial. Asimismo, añadió que «ahora, ocupando un cargo público, seremos más escrupulosos con el lenguaje que utilizamos».

Sin embargo, Pantaleoni, por su parte, se mostró molesto porque «ahora Reinicia se dedica a borrar mensajes antiguos, donde utilizaban palabras malsonantes o incluso insultos».

Sobre este último extremo, Valdés puntualizó que «no se han borrado mensajes» y quiso remarcar «la diferencia» entre los mensajes que se escribieron en un momento dado «a título personal» de los que se puedan escribir «ahora como cargo electo».