De izq. a dcha. Joaquín Jiménez, Juan Carlos Plaza, Alberto Pons, Rafa Ruiz, Alfonso Molina y Elena López, ayer, durante la reunión. | DE

El presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Alberto Pons, y el alcalde de la ciudad de Eivissa, Rafa Ruiz, junto con parte de sus equipos mantuvieron ayer la primera reunión en la que abordaron uno de los temas que se habían pospuesto a después de las elecciones, la reforma de es Martell y su edificio. La primera fase de las obras de remodelación de la fachada marítima incluía la reforma de es Martell, pero no se consiguió consenso sobre si allí tenía que haber un edificio para las marinas y comercios, sólo para marinas o directamente que la zona se quedara sin edificio. Pasadas las elecciones, las discrepancias sobre cómo abordar la reforma de esta parte del puerto antiguo siguen existiendo, al menos de momento.

«Nos han comentado que existe un acuerdo de pleno sobre esta zona y les he insistido en que el edificio se trata de una necesidad portuaria, no se trata de un capricho», explicó Pons, quien resaltó que el objetivo es «retomar las obras y tirar el edificio en octubre, pero con consenso». Por su parte, el alcalde Rafa Ruiz recordó a Pons que existe un acuerdo unánime del Ayuntamiento de Eivissa por el cual se reclamaba a la APB que, una vez tirado el edificio actual de es Martell, se creara una plaza pública «sin ningún tipo de edificio». «No es que la ciudad tenga muchos espacios y plazas públicas; estuvimos de acuerdo todos los grupos políticos para pedir una plaza pública. Y pensamos que debemos recuperar la fachada antigua del puerto para la ciudadanía», explicó Ruiz, quien apuntó que la reforma de esta zona portuaria es una de las prioridades que plantearán a la nueva presidenta del Govern, Francina Armengol. En este sentido, desde el equipo de gobierno de Vila destacaron que una de sus prioridades esta legislatura es recuperar el puerto de la ciudad para las personas.

Aparcamiento

Otro de los puntos de discrepancia es el aparcamiento subterráneo en esta zona antigua del puerto, una posibilidad que Pons aseguró que considera «que es necesario», aunque reconoció que es «muy complicado» alcanzar el consenso con el Ayuntamiento en este sentido. «Seguiremos intentando convencer al Consistorio», precisó Ruiz.