Vicent Torres posa en el despacho de presidencia del Consell d’Eivissa tras una mañana repleta de reuniones con sus futuros consellers. | Toni Escobar

Vicent Torres no lleva ni 24 horas en el cargo de presidente del Consell d’Eivissa cuando concede esta entrevista. Entre aliviado y responsabilizado, Torres ha pasado toda la mañana del sábado de reuniones con su futuro gobierno y pasando las primeras horas en el enorme despacho presidencial de la Avinguda Espanya. Torres reconoce que está cansado, pero también muy ilusionado ante este nuevo reto político.

—Lleva menos de 24 horas en el cargo, ¿qué siente ahora mismo?
—Tengo sentimientos diferentes y difíciles de imaginar porque siempre piensas qué sucederá en este primer día. Fui elegido secretario general, luego candidato, y aunque tienes el objetivo de ganar las elecciones y gobernar parece que nunca tiene que llegar este día. Es un sentimiento de ilusión, responsabilidad y muchísima tensión.

—¿Siente un poco de vértigo?
—Sobre todo estoy ilusionado, y también esperanzado porque pienso que el equipo es bueno. Todavía nos falta por incorporar personas dentro del organigrama y creo que vamos a trabajar muy a gusto. Estuve en la toma de posesión de Armengol y los componentes del Govern vi que era gente muy profesional, que conoce muy bien el sector que va a representar, y algunos con los que coincidí en el gobierno de Antich. Tenemos las herramientas y los equipos necesarios para llevar a cabo una buena legislatura.

—Ya que habla de Armengol, en su primer Consell de Govern se derogó el TIL y la Ley de Símbolos, ¿cuál será la primera decisión simbólica de su gobierno?
—El primer acuerdo será abordar las políticas sociales para llevar a cabo este plan de choque contra la pobreza, independientemente de que no podemos abandonar otros objetivos, pero lo primero será reunir la mesa de exclusión social y revisar el plan insular de servicios sociales. Tenemos una urgencia, que es ayudar a las personas. Ya he dicho que nuestras políticas estarán enfocadas a las personas. No va a haber un conseller de este gobierno que se vaya a su casa sin que todo el mundo tenga su plato de comida y un techo donde dormir.

—¿Usted cree que el gobierno anterior no se preocupó por las personas?
—Bueno, evidentemente los recortes sociales han sido fruto de las políticas del gobierno anterior. Ellos tienen una ideología que no comparto aunque respete. A mí lo que me preocupa es lo que vamos a hacer nosotros a partir de ahora más que lo hizo el gobierno anterior, que aplicó, en mi opinión, políticas erróneas.

—¿Es realmente viable el proyecto de tranvía entre el aeropuerto y Vila?
—Yo anuncié la evaluación técnica y económica de este proyecto, y a partir de ahí se dará el visto bueno o no a esta idea. También le tengo que decir que no es nuevo, que se trató en la legislatura de Pilar Costa. Precisamente el estudio lo trabajó el actual conseller balear de Mobilitat, Joan Boned. Lo estudiaremos y veremos si puede ser viable o no.

—¿Cree que hay demanda suficiente para poner en marcha este proyecto de tranvía?
—Creo que las carreteras están enfocadas, sobre todo la del aeropuerto, para medios motores, pero nosotros hablamos de buscar un medio que aporte más sostenibilidad, con criterios medio ambientales. Lo estudiaremos.

—¿Qué piensa hacer con la carretera de Santa Eulària?
—Ahora mismo hay un proyecto que debería haber empezado, con una modificación en cuanto al desvío, pero es fundamental llegar hasta can Claus. El agobio ahora mismo es permanente. Nuestra política de movilidad preferiría un mejor transporte público para suavizar el tráfico, pero ahora es una emergencia. Tenemos un proyecto de desdoblamiento pero el alcalde de Santa Eulària prefiere estudiarlo. Para nosotros, cualquier solución técnica que alivie el tráfico será buena. Se trata al final de dotar de seguridad a esta carretera, que es un foco de accidentes importantes.

—¿Qué ocurrirá con el servicio de radioterapia de Can Misses?
—No tenemos competencias, pero nuestro criterio no es privatizar el servicio. Queremos el mismo que hay en Son Espases. Se va a revisar desde el Govern.

—Pero ya hay una adjudicación aprobada...
—Cuando hablamos de adjudicaciones en marcha implica ciertas responsabilidades con las empresas. Es costoso y habría que indemnizar a estas empresas, pero ya lo decidirá el Govern.

—¿Se ha acabado la polémica con la licitación de la depuradora en sa Coma?
—No está tan cerrado como el tema de Can Misses, pero empieza una licitación y puede haber costes económicos. Lo que tenemos que hacer es tener cuanto antes esta depuración, que el ciclo del agua sea el correcto y no tengamos vertidos al litoral que no cumplen las condiciones medioambientales.

—¿Cómo se afrontará el gran problema de la vivienda que padece Eivissa?
—Una cosa es la emergencia social que es la pérdida de la vivienda por los desahucios y otro es el que tienen las personas que vienen y no encuentran piso para vivir. Nosotros queremos crear una bolsa de viviendas sociales y, además, crear una nueva oferta a esta demanda que hay, pero es muy complicado intervenir en el mercado inmobiliario.

—¿Qué piensa sobre el nuevo impuesto turístico que quiere implantar el Govern de Armengol?
—Es diferente a la anterior ecotasa. Ahora mismo hay precedentes de un impuesto turístico que se aplica en otras zonas, que comenzó con reticencias pero que luego los empresarios no han tenido tantos problemas. Yo apuesto por consensuar el nuevo impuesto. Necesitamos una buena financiación y si no podemos tenerla hay que buscarla con recursos propios. Crear una tasa sobre las estancias políticas puede paliar este déficit de financiación. Si se puede hacer con un amplio consenso, mucho mejor. No tiene que ser un proyecto de una legislatura. Debe ser un proyecto que dure.

—¿Es consciente de que los hoteleros de Eivissa recurrirán a usted para evitar la ecotasa?
—Sí, sí, lo sé, pero el problema que hubo con la primera ecotasa es que solo se cobraba en los hoteles. Tenemos que ser conscientes de que ahora los turistas no solo van a los hoteles, que se alojan en otra oferta. Hay turistas que van a dormir a otros lugares. Debe regularse.
—Ustedes hablaron mucho de rebajar sueldos pero tendrán siete directores insulares que no había...
—No sabemos el número exacto de directores generales, pero elegiremos funcionarios. Le recuedo que yo apenas he hablado de bajada de sueldos. Nuestros socios nos han pedido bajar el sueldo un 5% y es lo que se ha hecho.

—El expresidente Serra ha dicho que ustedes se encontrarán con más dinero del que se encontró él...
—Sí, creo que la situación es mejor, pero lo importante es lo que hagamos a partir de ahora.

—Pero va a heredar una situación económica bastante buena, sin deudas...
—Sí, la situación es mucho mejor. No tengo ninguna queja. Lo asumo.

—¿No teme mucho desgaste por las diferencias que pueda haber con sus socios en estos cuatro años?
—Estoy convencido de que habrá momentos difíciles, pero también los ha habido en el gobierno anterior. Yo creo que todos los partidos hemos entrado en una nueva etapa política, que consiste en buscar acuerdos desde el primer día. Tengo claro que habrá que pactar todos los días de la legislatura.