Primeros camiones con basura de Menorca que llegaron a Son Reus. | Pilar Pellicer

El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, ha defendido este martes que Son Reus asuma la incineración de toda la basura de Balears para amortizar unas instalaciones «sobredimensionadas» e intentar no subir tasa de tratamiento de residuos, aunque ha expresado su rechazo a este modelo de gestión.

«Me guste o no me guste me lo tengo que comer con patatas. Esto lo tenemos y lo tenemos que pagar», ha afirmado Ensenyat, que prevé reunirse este mes con sus homólogos de Eivissa, Vicent Torres, y de Menorca, Maite Salord, para establecer el sistema de transporte de los residuos de ambas islas hasta Mallorca y negociar una tasa por la incineración para esos desechos.

«El precio que se paga en Mallorca, incluye otros servicios que los menorquines y los ibicencos no tendrían», por lo que la tarifa estaría pendiente de un cálculo que debe contemplar asimismo que «la ley dice que el transporte interislas de basuras lo tiene que pagar el Estado», algo que también requerirá de una negociación, ha explicado el presidente mallorquín.

Tras la toma de posesión de sus consellers, Ensenyat ha indicado que la empresa adjudicataria de la incineración de basuras, Tirme, «ha hecho una inversión» que tiene que amortizar y tiene «un contrato blindado» que le permite repercutir esta amortización al Consell, que a su vez debe cubrirla con la tasa que cobra a los ciudadanos.

Quemar en Mallorca la basura de las otras islas del archipiélago, ha sostenido, permitiría cubrir estos costes y que Menorca e Eivissa cumplan la directriz europea de suprimir los vertederos, cuya vulneración conllevará sanciones para la Comunidad a partir de 2018.

«Sería un poco absurdo que tuvieran que hacer instalaciones que en Mallorca ya tenemos», ha insistido el presidente insular, que ha recordado que los desechos de Menorca ya se están transportando a la mayor de las Balears por los problemas de contaminación de acuíferos generados por el vertedero de Milà.

Respecto a la diferencia entre importar basuras desde Italia e Irlanda, como autorizó el anterior ejecutivo del Consell, y traerlas desde las islas vecinas, Ensenyat ha argumentado que «se trata de dar una solución desde una perspectiva de la comunidad», aunque ha admitido que los perjuicios medioambientales y para la salud de la incineración es igual independientemente de la procedencia de los desechos.