El conseller de Medi Ambient, Miquel Vericard, explicó ayer que están buscando soluciones a los malos olores de la depuradora de Santa Eulària, que ha levantado las quejas de los vecinos de los barrios de Can Sançó y Cas Capità.

Según detalló, están intentando facilitar la entrada temporal de los lodos al vertedero de Ca na Putxa «siempre con una cobertura jurídica y técnica», aunque deben contar con el visto bueno del Govern balear. «No sabemos si será posible, ya que tiene que pasar por la Comisión balear de Medi Ambient, que es el organismo que tiene que valorar esta posibilidad», apuntó Vericard.

Esta solución, de habilitar un espacio para los lodos en el vertedero, ya se había llevado a cabo otros años en el que las depuradoras se han visto saturadas por la acumulación de lodos durante el verano. Cabe recordar que la de Vila también cuenta con el mismo problema, que incluso ha provocado el cierre de una de las líneas de tratamiento.

El conseller de Medi Ambient recordó que «las infraestructuras no están planificadas para la población que tenemos» y que la solución definitiva pasa por la construcción de una planta de triaje, donde habría una línea de compostaje a la que se incorporaría los lodos procedentes de las depuradoras, tal como se recoge en el Plan Director Sectorial de Residuos. No obstante, destacó que «por diferentes temas contractuales y de tramitación administrativa esta planta se ha ido retrasando». «La Conselleria ha puesto en marcha todo el proceso y actualmente parece que solo hay discrepancias respecto a los términos económicos de este contrato con la concesionaria», aseguró Vericard, que destacó que «si todo va bien», en 2018 podría estar acabada la planta de triaje en Ca na Putxa. Hasta la fecha, la solución provisional ha sido dar a los lodos un uso agrario, aunque también provoca molestar a los propietarios de los terrenos donde se depositan.

Medidas

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària, la concejala de Medio Ambiente, Toñi Picó, reclamó al Consell d’Eivissa y a la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), que gestiona la instalación, que tomen «una medida urgente porque nuestros vecinos no tienen por qué estar sufriendo estos olores». La concejala recordó que la infraestructura «está obsoleta» y que el problema se acentúa en estas fechas por la temporada turística.

La depuradora está a la espera de las obras de remodelación para la modernización y ampliación de la instalación. De hecho, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó en marzo el anuncio de licitación de este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 8,69 millones de euros.

Por su parte, los vecinos de Can Sançó y Cas Capità no descartan recoger firmas o llevar a cabo movilizaciones para poner fin a los malos olores.