El equipo de gobierno de la ciudad de Eivissa ya ha empezado a elaborar los presupuestos del año que viene, en los que tiene previsto aumentar el nivel de inversión utilizando todas las herramientas a su alcance y salvando las restricciones que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria. «El presupuesto del Ayuntamiento de Eivissa aumentará [el de este año es de 50 millones de euros] porque tiene la capacidad de recaudación para que sea mayor del que es, lógicamente se llegará al límite que establece la regla de gasto pero se buscarán otras vías que permitan acometer proyectos de inversión», adelantó ayer el teniente de alcalde Alfonso Molina.

Las inversiones permitidas por ley tienen que ser sostenibles y no generar gastos en un futuro, una descripción que para el equipo de gobierno encaja con los proyectos de vías públicas. Además de utilizar el remanente para pagar parte de la deuda municipal, los gobernantes de Vila intentarán reactivar la peatonalización del paseo de Vara de Rey, la reforma del paseo de ses Figueretes o la del primer cinturón de ronda (E-10), proyectos que también necesitan la colaboración de otras administraciones. La construcción de la Casa de la Música donde ahora todavía se levanta la antigua delegación del Gobierno también también entra en los planes del equipo de gobierno.

Este mes de julio se ha iniciado el periodo de pago voluntario de tasas y tributos en el municipio de Eivissa. Por este concepto se prevé recaudar cerca del 85% de los 29 millones de euros previstos.

Alfonso Molina también informó de que el periodo medio de pago a proveedores del Ayuntamiento de Vila en el segundo trimestre del año es de 44,09 días, un promedio inferior al del trismestre anterior.

Por otro lado, el consistorio tiene previsto contactar con las administraciones públicas (con el Consell d’Eivissa ya lo ha hecho) que le deben alrededor de dos millones de euros, aunque son conscientes de que «posiblemente no se recuperará todo», según Molina.