Un grupo de taxistas pirata (menos los tres situados en el margen derecho de la imagen) esperando la salida de turistas de un punto de gran afluencia de gente.

El mismo trayecto, los mismos kilómetros, pero con precios multiplicados como mínimo por cuatro son sólo algunos de los ejemplos que están recabando y documentando los taxistas legales de la isla con archivos de audio y fotos de turistas que han sido «estafados y agredidos» por quienes ejercen de manera ilegal la profesión. «Nos alojamos en es Canar. Un día fuimos a Platja d’en Bossa y a la vuelta nos ofrecieron un coche como taxi y nos cobraron 120 euros», relatan dos turistas británicas a un taxista legal que las recogió para hacer el mismo trayecto dos días después y cuya tarifa oficial de es Canar a Platja d’en Bossa es de 35 euros.

Otro ejemplo de precios abusivos lo cuentan un grupo de ocho amigos británicos, alojados en Sant Antoni y que acudieron a un evento de un conocido resort de Cap Martinet. «Un hombre nos ofreció ir en una furgoneta negra. Nos cobró 30 euros por persona», explican. En otras palabras, este taxista ilegal cobró 240 euros limpios por llevar a estos ocho amigos a Sant Antoni cuando dos taxis legales les hubieran costado 70 euros (35 por taxi), según explica el taxista oficial que les llevó en otra ocasión y les preguntó si habían hecho uso de algún transporte ilegal durante sus vacaciones en Eivissa. Precisamente, son las salidas de las discotecas y zonas donde se concentra el ocio nocturno (como Platja d’en Bossa) o bien con una gran afluencia de gente, como el aeropuerto, los lugares preferidos por los ilegales para ‘robar’ clientes a los taxis oficiales.

Un grupo cada vez más numeroso de taxistas asalariados y titulares, hartos de la expansión de la piratería en el transporte en Eivissa, está recogiendo testimonios sobre los precios que pagan los turistas por el transporte ilegal y las situaciones a las que se ven sometidos los visitantes por hacer uso del transporte ilegal. La intención, según explican, es informar al Consell d’Eivissa de lo que está pasando. Precisamente, esta semana pasada un grupo de taxistas entregó a la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, y al director insular del Estado, Roger Sales, un listado con al menos 500 matrículas de taxistas piratas identificados por los legales.

LA NOTA

“No denuncian por miedo y por evitar problemas”

A la salida de una discoteca, un joven accedió a subirse a un coche que le habían ofrecido como taxi. Además del conductor, en el vehículo había un copiloto. Al turista le pareció raro que el conductor fuera acompañado y que el vehículo no tuviera taxímetro, por lo que intentó bajarse del vehículo y les pidió que parasen el coche. Los dos piratas se negaron, condujeron hasta un descampado, le propinaron puñetazos y le quitaron la cartera.

Un taxi legal recogió al turista agredido y robado y se ofreció a llevarlo a comisaría para denunciar, pero éste declinó la oferta “porque no quiere tener más problemas”. “Muchos turistas no denuncian porque tienen miedo por lo que les ha pasado y no quieren tener más líos”, explicó el taxista oficial que atendió al turista.