Foto: DANIEL ESPINOSA

Uno de los platos fuertes del Magico Ibiza Gay Festival tuvo lugar ayer viernes en el hotel Ushuaïa Tower, donde se llevó a cabo la actuación de Conchita Wurst, la ganadora de Eurovisión del año pasado, quien pisaba por primera vez la isla blanca: «Nunca había estado en Eivissa antes, estoy emocionada de recibir todas estas invitaciones. Gracias a mi profesión tengo la oportunidad de conocer muchos lugares nuevos, como esta isla maravillosa, así que soy muy afortunada de estar aquí y de cantar y recibir energía ibicenca», explicó Wurst antes de su actuación.

Conchita es considerada por muchos uno de los iconos de la comunidad gay más internacionales del momento, aunque ella rectifica: «Me siento halagada, pero no me considero un referente porque nunca he prometido nada, no soy perfecta, lo único que hago es hablar sobre lo que creo y eso no significa que esté en posesión de la verdad. Hay mucha más gente que lucha por los derechos igualitarios, yo solo trato de hacerlo bien, pero está claro que siendo personajes públicos llegamos a mucha más gente y aprovecho esa oportunidad para comunicar los asuntos relevantes, desde mi punto de vista».

Siempre soñó con ser una cantante de éxito, pero jamás imaginó que llegaría a ganar un concurso como el de Eurovisión, según comentó. De hecho, nos cuenta la anécdota de que la canción con la que se proclamó ganadora, Rise Like a Phoenix, fue elegida apenas un mes antes del concurso. «Cuando la escuché supe que era la canción para mí y para Austria, y tuvimos que grabarlo todo de nuevo, pero creo que fue una opción acertada», apuntó. La polémica y aclamada ‘mujer barbuda’ admitió no importarle las malas críticas sobre su personaje ya que, según explicó, «no malgasto ni un minuto de mi tiempo con opiniones negativas. Para mí la libertad va ligada al conocimiento». Conchita protagonizó así una tarde de actuaciones en el hotel de Platja d’en Bossa, con un line up que comenzó a las 16.00 horas y donde presentó también algunas de las canciones de su primer álbum. «Es precioso cantar tus propios temas, he estado muy implicada en el proceso de producción», explicó Wurst.

Y aunque ella fue la estrella indiscutible también compartió escenario con varios djs: Tom Siher, Óscar Liv y Manuel de Diego.