Dicen que el ser humano agudiza el ingenio cuanto más desprotegido se encuentra. También dicen aquello de 'a pequeños problemas, grandes soluciones'. Las inundaciones que sufren en Eivissa locales y comercios de barrios como es Pratet o la Marina con las tormentas de verano han obligado a sus propietarios -ante la inoperancia, hasta el momento, de las instituciones- a idear sistemas de contención frente a las trombas de agua. No todos están preparados frente a la gota fría, pero los hay que ya han perfeccionado métodos para no tener que estar achicando agua toda una noche.

Es el caso del estanco que la ibicenca Lidia regenta en la calle Pere Francès de es Pratet. Cansada de luchar contra los elementos y contra una pésima canalización de fluviales y fecales -Lidia se queja amargamente del mal olor y la basura que aflora con cada tormenta-, la familia ideó un sencillo sistema instalado en la puerta de entrada del local, compuesto por dos anclajes de madera sobre los que se encaja un tablón de unos 50 centímetros de altura. «Lo ponemos con una goma debajo, aunque lo suyo es poner silicona. Ahora mi hijo está pensando en construir una de aluminio», explica la encargada de este expendedor de tabacos situada en la zona «crítica» de es Pratet.

«Es la única manera de que no nos entre agua a chorros», admite la vecina del popular barrio ibicenco, donde parece no haber forma de solucionar el drenaje y la salida del agua cuando llegan las temidas tormentas veraniegas. Varios locales adyacentes, como una cafetería y una peluquería, han copiado su sistema para evitar al máximo inundaciones en una calle que, tras la construcción del nuevo parking, sufre importantes colapsos. «Esta zona se complica mucho, con el parking el agua no se va hacia el mar y se acumula todo por aquí. ¿Arreglar las canalizaciones? Ya han levantado dos o tres veces la calle y nada. Cuando llueve fuerte, se llena de agua», lamenta Lidia, quien confiesa que ante situaciones como la vivida el pasado martes no puede «ni cruzar la calle». «Encima, el agua va llena de mierda y con un olor súper fuerte», reitera.

Bombas de extracción

Otro de los puntos de la ciudad donde se están preparando vecinos y comerciantes ante la posibilidad de más inundaciones provocadas por las lluvias es en la primera línea del puerto y el barrio de la Marina, donde cafeterías, comercios textiles y restaurantes tuvieron importantes pérdidas económicas provocadas por las inundaciones en pleno agosto. Según explicaron desde la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto hay empresarios que ya se han hecho con bombas de extracción de agua para que no les vuelva a pasar lo mismo. A esto hay que sumar, además, que en la zona hay dos transformadores de Endesa y uno de ellos (el ubicado frente al bar La Estrella) se inundó provocando numerosos cortes de suministro eléctrico durante horas, algo que los vecinos auguran que volverá pasar. Según explicaron, se reunirán con el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, para abordar los problemas de esta zona la semana que viene.