Esta noche, en las Nits de Tànit, se despide Carlos Láinez Juan como bailarín. Y lo hará en su propia casa.

Hoy es un día muy especial para el ibicenco Carlos Láinez Juan. Esta misma noche a las 22 horas, la sede de la Universitat de les Illes Balears y el II Festival Cultural Nits de Tànit abren las puertas al bailarín que se estrena en Ibiza y se despide del baile profesional en la isla que le ha visto crecer. Muchas son las emociones que acompañan al joven que empezó a escondidas en el mundo de la danza cuando tenía 15 años. Sus inicios en el Estudio Capricorn bajo la tutela de la queridísima Sandy Plant, fueron los primeros pasos de su carrera.

«Siempre me había gustado mucho bailar. Era el modo de expresión que más se adecuaba a mi personalidad. Tras probar varios deportes como fútbol, hockey, voleibol, natación, judo, kárate… Sentí que el baile era lo mío. Por eso, sin que nadie lo supiera, empecé a dar pasos en esta escuela. Sandy me enseño la disciplina y perseverancia que se requiere para ser un buen bailarín», confiesa Carlos.

El baile le seguía llamando y con 17 años tuvo que salir de Ibiza para poder crecer en este mundo y así formarse en el Real Conservatorio de Madrid. «Muy buenos maestros fueron los que me guiaron en este camino. Al llegar a esa edad me explicaron que no sería fácil debido a mis inicios tardíos en el baile. Esto me motivó todavía más a seguir bailando, fue allí donde descubrí realmente hacia dónde quería dirigir mi carrera», explica el bailarín.

La técnica

Dicen que los sueños se cumplen y Carlos Láinez cuenta que con constancia y dedicación se pueden llegar a conseguir. «Una cosa es soñar en Ibiza con ser un bailarín profesional y otra cosa es toparte con la realidad para llegar a la meta. Es un trabajo que requiere mucho físico y paciencia. El bailarín adquiere la técnica muy lentamente. Los músculos y las líneas de la danza clásica se adquieren con una labor milimétrica pero con el tiempo entendí que ese era mi camino».

Su formación en Madrid llegó a su fin para iniciar su carrera como bailarín profesional. En 2008 empezó una nueva etapa como componente de la compañía del Teatro Basel. Allí estuvo trabajando hasta que una pequeña lesión le mantuvo temporalmente alejado del baile. Dicen que no hay mal que por bien no venga y durante ese parón, tuvo la oportunidad de formar parte de las audiciones para trabajar en la Ópera Nacional de Lyon. Sin apenas esperanzas y con un nivel de exigencia muy alto, el bailarín volvió a alcanzar un nuevo objetivo y en 2011 empezó a formar parte de esta importante compañía.

Carlos Láinez ha viajado alrededor del mundo demostrando su arte en el baile contemporáneo. Muchas son los teatros nacionales en los que ha actuado; Teatro Arriaga (Bilbao) donde bailó junto a Tamara Rojo, Teatro Real, Teatro Albéniz… También en teatros internacionales de Grecia, Hong Kong, Nueva York, Italia, Francia, Austria…

A pesar de su amplio currículum como profesional y tras haber pisado cientos de escenarios, el bailarín confiesa que nunca había sentido tanta presión como la que está sintiendo estos días en la isla. «Bailar en Ibiza rodeado de mi familia, de mi hermano que ha venido desde Méjico, mis amigos y aquellas personas que me han apoyado a lo largo de mi carrera es algo único. Muchas emociones corren por mis venas, para mí es muy emotivo y especial», explica emocionado el bailarín.

Constancia

Desvela que lo que más le ha costado en esta profesión ha sido la constancia. «He sido muy trabajador durante toda mi carrera pero me ha faltado saber gestionar emocionalmente mi evolución y la realidad de cada etapa. Hay que saber agenciar las frustraciones, las críticas y los éxitos en todos los aspectos. Todo lo que envuelve el día a día de la carrera. Mis emociones estaban a flor de piel en cada espectáculo y he tenido que aprender a canalizarlo».

Esta noche, en Nits de Tànit, podremos disfrutar de un espectáculo único y exclusivo donde once bailarines que vienen de las mejores compañías del mundo mostrarán un espectáculo diferente de danza neoclásica contemporánea. Un espectáculo que consta de dos actos de cuatro piezas donde encontraremos pasos a dos, a tres y solos. El espectáculo lo cerrará el propio Carlos con un solo para culminar la noche y su carrera como profesional. Láinez quiere agradecer el interés por parte de la exconsellera Pepita Costa por brindarle la oportunidad de bailar y despedirse en Ibiza. «Es una gran idea haber creado este Festival Cultural Nits de Tànit y fomentar el arte de calidad a precios accesibles». Finalmente, el protagonista quiere dedicar su despedida a su hermano, a su familia, amigos y a Sandy, quien le abrió las puertas de este mundo. Por mi parte (y a nivel personal) me gustaría darle la enhorabuena a este excepcional bailarín por su valentía, esfuerzo y éxito a lo largo de su carrera.