La cerveza es uno de los productos más antiguos que se recuerdan, ya que existen vestigios de su existencia en Mesopotamia y Sumeria, allá por el año 10.000 a.C. Incluso se sabe que la elaboraban los chinos, con el nombre de Kiu, que los egipcios la hacían a partir de panes de cebada poco cocidos, que los monjes belgas de la Edad Media perfeccionaron el proceso prácticamente hasta la perfección, y que en los países nórdicos se bebía algo parecido, conocido como hidromiel.

Y ahora, durante los últimos ocho años en Eivissa se la rinde un merecido homenaje con una feria que se prolonga durante todo un fin de semana en el Recinto Ferial. La de este 2015 se inauguró ayer y permanecerá abierta hasta el próximo domingo con la posibilidad de disfrutar con casi un centenar de variedades llegadas de todas partes del mundo.

Así, y dividida por zonas, la parte exterior del recinto se ha convertido en una especie de museo donde encontrar tipos que oscilan entre los dos y cuatro euros (2 y 4 ‘birris’, la moneda oficial de la feria). Por ejemplo, el asistente puede degustar cervezas tan diversas como la Kirin Ichiban, correspondiente a la marca más antigua de Japón y creada en 1876, la Red Stripe, una cerveza jamaicana cuya botella se asemeja mucho a la de un jarabe, la Kalashnikov o la Julián Gorospe (bautizada como el ciclista) y que corresponden a una empresa catalana de cervezas artesanas, o la Ceres Cé, una de las marcas más populares de Italia. Además, de entre todas, destaca la variedad que ha elaborado la marca Ibosim a base de levadura, lúpulo, agua, malta de cebada, avena y que es apta para celiacos y de la que sólo se han lanzado 400 botellas con motivo de este evento.

Y como no sólo de cerveza vive el hombre ni el visitante, la feria también cuenta con una amplia zona de restaurantes para llenar el estómago y una zona infantil para que se diviertan los más pequeños de la familia. Ah, y un pequeño photocall en la entrada, donde ya posaron ayer durante la inauguración las distintas autoridades que acudieron a beber sus primeras cervezas, encabezadas por la consellera de Interior, Comerç, Industria i Relacions Institucionals, Marta Díaz Pascual.