Un informe topográfico encargado por el Ayuntamiento de Eivissa señala que no es posible utilizar la tubería de impulsión de aguas pluviales instalada cerca del monumento a los pescadores del puerto de Vila «por problemas de cotas», señaló ayer el Ayuntamiento. Esta canalización se dejó soterrada durante la reforma del puerto con el fin de que cuando el Ministerio ejecute la obra no tenga que volver a levantar.

Esta tubería no puede entrar en funcionamiento hasta que el Ministerio de Fomente ejecute la totalidad de la obra de mejora del saneamiento de la ciudad de Eivissa, para la que hay reservada una partida de 10,9 millones de euros.

Esta era una de las medidas que el Ayuntamiento de Vila estaba barajando para evitar que se produjeran nuevas inundaciones en los comercios del puerto y del barrio de la Marina, como ha sucedido las veces que ha llovido copiosamente en la ciudad después de la reforma del puerto.

Aliviaderos

Por otro lado, ya ha finalizado la ampliación de uno de los tres aliviaderos del puerto que durante las obras de remodelación de la fachada marítima se anularon. Desde el Ayuntamiento de Vila señalaron que el próximo lunes se iniciarán los trabajos para doblar la capacidad de otro y que, además, ya se ha ejecutado la construcción de un imbornal al principio de la calle Cipriano Garijo, una de las zonas más afectadas por las inundaciones. Según los técnicos del Consistorio, la ampliación de la capacidad de estos aliviaderos, unida a la construcción de uno nuevo (cuatro en total), evitará que esta zona vuelva a inundarse.

El Ayuntamiento de Eivissa ha llevado a cabo estas actuaciones de urgencia después de las quejas de vecinos y comerciantes de la Marina y el puerto, que en el último mes y medio han visto cómo sus establecimientos se inundaban de aguas fecales al carecer de salida al mar.