No obstante, en el caso del acuífero de Sant Agustí se ha registrado la cifra más baja del año al situarse al 4%, dos puntos porcentuales menos que en agosto (6%) y siete puntos menos que hace un año (11%). También ha descendido ligeramente el de es Canar, al pasar del 38% al 37%, mientras que el resto de acuíferos han registrado una subida. Las reservas de Cala Llonga ascendieron del 8% al 24%, las de Roca Llisa del 15% al 35% y las de Jesús de 36% al 50%. Por su parte, la masa de agua subterránea de Sant Antoni subió del 73% al 74%, aunque durante todo el año se mantiene en cifras similares por la infiltración de agua de mar.
El conseller de Medi Ambient, Miquel Vericad, mostró su satisfacción por esta recuperación, aunque alertó de que los niveles «siguen siendo bajos», porque los indicadores «aún nos mantienen en situación de prealerta». «Estas reservas deberían mantenerse en una situación de estabilidad y en un estado mejor al menos durante cinco o seis meses consecutivos. Solo en ese momento podremos hablar de que la emergencia de sequía ha desaparecido», señaló Vericad, que entiende que mientras se mantenga el nivel de alerta o prealerta «se debe continuar en marcha con el decreto de sequía».
Por su parte, en Formentera, las reservas se situaron en septiembre en el 68%, mientras que en agosto eran del 40%. De esta forma, son la isla del archipiélago balear con las reservas más altas, mientras que Eivissa cuenta con las más bajas, ya que los acuíferos de Mallorca están al 53% y los de Menorca al 66%. La media del total de acuíferos de Balears en situó en septiembre en el 53% de su capacidad, cinco puntos más que el año anterior.
En relación a septiembre de hace un año, las reservas de agua de Eivissa han subido en tres puntos porcentuales al pasar del 37% al 40% y las de Formentera han aumentado del 67% al 68%.
En el mes de julio las reservas hídricas de la isla registraron un mínimo histórico al situarse al 23% de su capacidad, su nivel más bajo en los últimos diez años. En esta última década los acuíferos ibicencos alcanzaron su cota máxima en marzo de 2006, cuando llegaron a estar al 93% de su capacidad.
Indicadores de sequía
La evolución de la sequía en Eivissa indica que desde 1990, la isla ha estado en situación de alerta en otras cinco ocasiones (2004, 2000, 1999 y dos veces en 1995). También ha estado peor, en grado de emergencia, en los años 1996 y 2001. La situación estable o de prealerta son los grados habituales en los que se encuentra la isla desde 1990.
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