El 28 de julio había en Balears 1.962.738 personas, es decir un 77,8% más que la población censada en el archipiélago (1.103.959 residentes). Así se desprende de los últimos datos del Indicador de Presión Humana publicados la pasada semana por el Ibestat que, una vez más, demuestran cómo la temporada turística ha sido histórica en cuanto a número de visitantes y que la densidad demográfica en las Islas también ha sido de récord.

El número de turistas que visitan Balears se ha incrementado en la última década, por lo que también ha aumentado el Índice de Presión Humana. En estos diez años, la población flotante de Balears se ha incrementado un 24,6%. Es decir, si en agosto de 2004 el récord de personas en un día era de 706.363, esta cifra en agosto del año pasado aumentó hasta las 880.435 personas estacionales. En el caso de las Pitiüses, los porcentajes se disparan ya que el incremento en una década ha sido de un 36,3% en Eivissa y Formentera.

Si analizamos los datos de 2014, el día 7 de agosto fue el día que hubo un Indicador de Presión Humana más elevado en Balears. Así, por cada diez residentes de Mallorca había seis personas consideradas población estacional. La cifra se incrementa en el caso de Menorca: por cada 10 menorquines censados había 13 personas de población estacional. Y en el caso de las Pitiüses esta cifra llegaba a las 14 personas de población estacional por cada 10 residentes (ver gráfico adjunto).

Es más, el 10 de agosto del año pasado había 375.140 personas en Eivissa y Formentera cuando los residentes censados son realmente 151.816. Es decir, la población estacional era un 147% superior a los residentes habituales. No obstante, el récord de pasajeros registrado el pasado agosto hace prever que este porcentaje incremente hasta un 150%.
Para el catedrático de Geografía Humana de la UIB, Pere Salvà, este incremento puede llevar a una sensación de «angustia residencial». El catedrático universitario asegura que la estacionalidad tiene dos vertientes: «Es mala como apunta el sector turístico, pero a la vez es buena en criterios de sostenibilidad; y digo buena porque si no hubiera estacionalidad sería insostenible», explica. Se refiere al uso de recursos medioambientales que se precisan para acoger esta cantidad de población en un archipiélago de 4.992 kilómetros cuadrados.

Además, Salvà asegura que esta «angustia» es mayor en las islas menores. Precisamente al analizar los máximos históricos del Indicador de Presión Humana durante agosto de 2014 vemos cómo la presión demográfica es mucho más elevada en las Pitiüses que en Mallorca.
También hay que destacar que las cifras ascienden no solo a nivel de población estacional, sino también se incrementa el número de personas censadas en el conjunto del archipiélago. Desde 2004 las Pitiüses han incrementado su censo en un 33,9%; Menorca lo ha hecho en un 12,6% y Mallorca en un 13,1%.