Los ayuntamientos y las grandes discotecas de Eivissa elaborarán planes de movilidad que dificulten la actividad de los taxistas piratas en las inmediaciones de estas salas de fiestas. Así se decidió en la reunión que ayer mantuvieron en el Consell d’Eivissa, los representantes del sector del taxi, los ayuntamientos de la isla, la Administración General del Estado y la Asociación Ocio de Ibiza, que agrupa a buena parte de los establecimientos de ocio de gran aforo. También fueron invitados miembros del Grupo Pachá que, sin embargo, no asistieron al encuentro.
La consellera de Mobilitat, Pepa Marí, señaló que discotecas y ayuntamientos colaborarán para organizar las entradas y salidas de los taxistas y los autobuses «para que sea más complicado para los piratas y el tráfico sea más fluido».

Por otro lado, en la reunión también se puso de manifiesto que la presencia de efectivos policiales a la salida de las discotecas «provoca efectos disuasorios en los taxistas ilegales», apuntó la consellera de Mobilitat, quien señaló que están en contacto con el Govern balear para conocer los cambios que el Ejecutivo balear pretende introducir en la Ley de Transporte en relación a la problemática del intrusismo en el sector del taxi, que fue aprobada durante la pasada legislatura y que «no satisface a nadie», según Marí. El Consell d’Eivissa también está pendiente del desarrollo del reglamento de esta ley.

Los taxistas

Toni Roig, presidente de la Associació de Taxistes Titulars de s’Illa d’Eivissa, señaló «las ganas de la consellera» para solucionar el problema del intrusismo con «ideas positivas y ganas de diálogo para consensuar las medidas, pero también tendremos que entrar al trapo». Roig sostiene que en muchas ocasiones son los controladores de los aparcamientos de las discotecas los que dificultan la labor de los taxistas legales.
Por su parte, Alejandro Cardell (Federación Insular del Taxi) indicó que la regulación del tráfico alrededor de las salas de fiestas y de la carga y descarga de los taxis «implicará una mayor seguridad para los propios clientes de las discotecas».