Poli y Juco son los dos únicos perros guía que tiene la ONCE en Eivissa. Poli hace nueve años que acompaña a Mariano Torres, director de la ONCE de Eivissa, y Juco hace sólo un año que está con Lluís Ibáñez. Ambos tienen ceguera total, uno de los requisitos para tener un perro guía.

Poli fue entrenado en Estados Unidos y Mariano fue a buscarlo a Rochester, en Nueva York, donde estuvo un mes con él. «Antes tenía a Beni, que también vino de Estados Unidos y fue tan buena que cuando murió quise otro entrenado allí», explicó.

En el caso de Lluís y Juco, aún se están adaptando mutuamente. Lluís perdió a Timba hace más de un año «hubiera hecho 10 años en mayo pero se murió en abril», lamentó. Juco es el tercer perro guía que tiene y lo entrenaron en Madrid, donde Lluís acudió tres semanas y luego estuvieron en Eivissa una semana más acompañados con un entrenador. Estos perros reciben un entrenamiento muy rígido y se convierten en mucho más que un perro. «Llegas a tener una compenetración total con el animal y cuando se muere es muy duro porque es mucho más que un perro; tienes que ir mentalizándote», relató Mariano.

«Piensa que te acompañan a todas partes, no se separan de ti ni un momento, Poli hasta duerme en mi habitación», añadió. Estos perros pueden alcanzar un precio de hasta 35.000 euros. Cuando llevan el arnés «es como si llevaran el mono de trabajo y no se les puede tocar ni dar comida, no hay que distraerlos», advirtió, «pero no son como un taxi, la persona que los lleva debe tener orientación para decirles por donde tirar y ellos superan los obstáculos del camino», puntualizó el director de la ONCE.