Unos aros sirvieron para que chicos y chicas se divirtieran con el ‘joc de sa cadira’.

Unos 260 niños de entre 3 y 11 años, todos ellos alumnos de Infantil y Primaria del CEIP Sant Carles, disfrutaron ayer de una jornada festiva dedicada a distintos juegos tradicionales y a la magia, una propuesta que forma parte del programa de las fiestas patronales de la localidad, que celebrará su Día Grande el próximo miércoles.

Ayer, alrededor de la plaza de la iglesia, los docentes del centro y algunos padres de alumnos acompañaron a los más pequeños en una mañana llena de actividades lúdicas. «Hemos organizado diversos juegos de toda la vida, como las carreras de sacos y los juegos con gomas y cuerdas, así los niños y niñas pueden conocer algunas alternativas al clásico partido de fútbol de la hora del recreo», explicó la directora del centro, Mercedes Ibarrola.

Distribuidos en distintos rincones de la iglesia y del parque aledaño, grupos de niños se divertían con distintas propuestas que, aunque para ellos eran desconocidas, resultaban totalmente familiares para sus progenitores. Así, mientras unos saltaban la comba, otros jugaban a las gomas. A su vez, otros grupos utilizaban unos aros para practicar el joc de sa cadira o los más osados participaban en las carreras de sacos.
Tras casi tres horas de bullicio y frenesí infantil, docentes y familiares sirvieron sobre las 12.00 horas una chocolatada a los niños. De esta manera, los pequeños disfrutaban de uno de sus dulces favoritos mientras recuperaran energías y, además, se disponían a sentarse frente al escenario de la carpa instalada en la plaza, donde el mago Alexis ofrecería una serie de trucos que encandilaría a los niños.

En un rincón, y antes de la actuación del mago, Liam y Mara, ambos de 8 años y compañeros de clase, compartían sus respectivas experiencias. Él abría los ojos ampliamente mientras explicaba que «por primera vez» había participado en una carrera de sacos. «Y sin caerme», añadía orgulloso. Ella, que apuraba su vaso de chocolate caliente, desvelaba que había descubierto el juego de las gomas. «No había jugado nunca y me ha gustado mucho, quiero repetir, quiero jugar a las gomas a la hora del patio», reclamaba.

Una vez terminaron su chocolate, se unieron a sus compañeros frente al escenario. Allí, Alexis exhibió su maestría en el arte de la magia y el humor. Hizo salir a varios niños en algunos de sus números, como Quique, que participó en un truco con pañuelos. El mago también dejó boquiabiertos a los niños haciendo desaparecer una paloma, que por arte de magia se transformaría en un conejo. Otra voluntaria sería la encargada de usar una gran aguja para pinchar un globo que no llegaría a explotar.