92 Kg de sobrasada con fines benéficos. | Armando Tur Molina/ Roger Riera

Santa Gertrudis está estos días en fiestas. Pero entre tanta celebración también hay un hueco para recordar a los más necesitados. Por eso, la pastada de sobrasada que se realizó el domingo por la mañana, de 10 a 14 horas en la plaza del pueblo, fue a favor de los afectados por el terremoto de Nepal. Todo el dinero que se recaudó del sorteo de sobrasadas, que se elaboraron en directo ante los asistentes, fue dirigido a esta causa benéfica.

92 kilos de matanza, convertidos en carne picada, fueron los que se emplearon para la elaboración de las sobrasadas que más tarde serían subastadas, teniendo un coste de salida a precio de mercado, aunque sin límite, pues el fin era recaudar cuanto más mejor. «Este es el primer año que se realiza esta elaboración de sobrasadas en directo, pero si funciona igual se repite en años próximos», comentaba Bernat Ribas, presidente de la Comisión de Fiestas de Santa Gertrudis.

Lo primero que se hizo fue pesar la carne y después comenzaron a mezclarla con los ingredientes restantes sal, pimentón picante, pimienta y el toque secreto. «Hoy estamos siguiendo los procedimientos caseros habituales de la sobrasada al estilo pagès. Primero se mezcla todo hasta que queda una pastada homogénea y sin grumos, después se pasa a la máquina homologada para rellenar las tripas a través del embudo».

Una receta hecha a ojo por los colaboradores entre los que se encontraba Vicente Planells, cuya hija estuvo como voluntaria en Nepal. «Estuve ayudando a reconstruir hogares y cuidando de víctimas del terremoto con una agrupación creada por dos turistas portugueses que se encontraban allí de viaje cuando sucedió», explicó Laura Planells. ‘Obrigado Portugal. Nós também somos Nepal’ es el nombre de esta página de Facebook que se convirtió en viral y para la cual fue destinado todo el dinero recaudado de la comida, rifa y subasta de sobradas.

Los dos proyectos en los que se invertirá serán en la construcción de nuevos hogares a las afueras de Katmandú y para darles una asistencia primaria a las víctimas de pueblos del Himalaya que lo perdieron todo. «Aprovechando que son las fiestas de santa Gertrudis y que contábamos con esta carpa, mi familia se puso en contacto con la Comisión de Fiestas y aceptaron, todo el pueblo se volcó», comentó Planells. Este es el primer año que se recaudan fondos para un fin benéfico en las Fiestas del pueblo, pero una vez más se puso de manifiesto el carácter solidario de la isla con los más necesitados.