Los primeros tratamientos de radioterapia serán en diciembre. Esta es la previsión inicial de la empresa concesionaria del servicio de radioterapia de Can Misses, la UTE formada por Juaneda-Policlínica Miramar. El director gerente de la UTE, el doctor Fernando Barturen, aseguró ayer que «si hay pacientes y si la situación de la unidad ofrece las garantías necesarias, es posible que tratemos al primer paciente antes del 24 de diciembre; nuestro cronograma apunta al 24, es una fecha especial y rara pero, de momento, no hemos incumplido ningún plazo».

De hecho, el director médico de Can Misses, Pedro Fernández, se expresó, en este sentido, «se están cumpliendo los plazos, espero y confío que no haya ninguna dificultad añadida en relación con el inicio de la actividad. somos muy optimistas para que todo funcione enseguida».

La concesionaria da por hecho que se adelantará la fecha prevista, aunque aún tiene que venir un inspector del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para realizar las últimas comprobaciones. «Las fases más complejas que son los permisos del CSN, se han conseguido en plazo y sin ese permiso de autorización no se puede colocar la máquina en ningún sitio, lo duro y lo complejo ya está», dijo Barturen. Añadió que la obtención de permisos para un proyecto de este estilo «se puede retrasar meses, pero una vez que se instala es excepcional que no pase la última inspección».

Barturen hizo ayer estas declaraciones en la visita a las futuras instalaciones de radioterapia en la que desde el lunes se está montando el acelerador lineal, «que ofrecerá una radioterapia de última generación», más avanzada a la que hay en Son Espases. Detalló, entre sus características, la intensidad modulada «para actuar donde más se necesite en el tumor, y lo hará de una manera dinámica, puede girar para disparar desde distintos ángulos; conseguimos un tratamiento más preciso, seguro y con menos efectos secundarios en un tiempo inferior». De hecho, aseguró que en Eivissa «se harán todos los tratamientos que en el servicio de radioterapia de son Espases». Destacó también que con el TAC «se harán los estudios de planificación, de localización en el espacio en el tumor, para programar la máquina y poder disparar».

Una vez instalado el acelerador, un grupo de radiofísicos, aislados del exterior, empezarán a realizar las calibraciones del acelerador durante dos semanas comprobando que funciona bien. «Habrá tres equipos de personas diferentes, de Varian, nuestros y de otra empresa, calibrando la máquina para que pueda ir más rápida». Independientemente se seguirá la obra de sala de espera.

La inversión en el servicio ha sido de cinco millones de euros aunque Barturen no desveló el coste del acelerador, «porque se ha negociado con la empresa». El personal del servicio, unas ocho personas, está seleccionado y en fase de contratación.

Durante 2014 se efectuaron desde Can Misses 224 traslados de pacientes a Palma y 151 de acompañantes. Respecto a los privados, que se contempla que pueden tratarse, Barturen asegura que no afectará al resto y recordó que las recomendaciones europeas, establecen un acelerador por cada 250.000 habitantes, por eso en Eivissa «no estará utilizándose al cien por cien nunca». «No tendrá lista de espera ni interferencias si se hace un 15 o un 20% de actividad privada», concluyó.