Jordi Boned | Toni Escobar

Misión completa. Jordi Boned fue capaz de cruzar a nado Formentera y Eivissa con un registro de 5h11’30’’. El ibicenco se convirtió en un tiburón para recorrer en el mar un total de 17,5 kilómetros, que es lo que marcó el GPS de la organización, a cargo de Ibiza Blue Challenge.

Poco antes de las 10,00 horas, el del CN Eivissa inició el reto desde Cala Saona, en la pitiusa menor, con una temperatura óptima en el agua: 18 grados. En la primera hora fue capaz de completar 3.500 metros para plantarse en Punta Gavina con un buen ritmo. En prácticamente hora y media ya llevaba cinco kilómetros. En el cuarto avituallamiento, Jordi Boned acumulaba 2h17’’ en 7.000 metros. El ritmo era frenético hasta el punto de acumular 10 kilómetros en 2h55’’. Finalmente, el deportista pitiuso completó los 17,5 kilómetros de recorrido en 5h11’, un registro que más de uno intentará batir el próximo año.

Una vez en tierra, lo primero que hizo fue saludar a su familia, que le esperaba junto a varios amigos en la playa de ses Salines. Tras tomar aire, confesó que «ha sido más duro de lo esperado». «No esperábamos que el mar se pusiera perpendicular y nos empujara, así que hicimos metros de más. Fue duro, pero salió bien», dijo. En este sentido, comentó que «en teoría, eran 15 o 16 kilómetros, pero me imaginaba que podrían ser más».

El inicio fue especialmente complicado debido a los bancos de medusas: «Hasta alcanzar los primeros 3.000 metros nos encontramos con muchas. Tuve que nadar casi a perrito para poder salir a veces de los bancos, pero, una vez en mar abierto, fue todo perfecto». El problema llegó tras las primeras tres horas y media a nado, cuando los problemas físicos hicieron acto de presencia. «Me empezó a doler el brazo y, encima, las olas venían en perpendicular. El problema realmente no fue en caliente, sino ahora en frío, que es cuando más duele», explicó.

Jordi Boned se mostró «muy contento» por haber cumplido el reto, «una ilusión que tenía desde hace muchos años». La satisfacción es tal que no descarta intentar nuevos desafíos en el futuro: «Alguna cosa haremos, pero con calma».

Juanjo Serra, responsable de Ibiza Blue Challenge, vivió la travesía desde una piragua de apoyo. Él, que también cruzó Formentera y Eivissa en 1998, destacó que «ha hecho un buen tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que durante bastante rato tuvo el viento atravesado». «No fue un día plano, pero había que hacer esto hoy –ayer para el lector– porque el fin de semana, que es cuando queríamos hacer la prueba, se avecina un temporal. Era la última posibilidad y el agua estaba a 18 grados, una temperatura estupenda a estas alturas del año», explicó.

Serra comentó que ya hay varios nadadores interesados en realizar esta aventura, que se regirá por el mismo formato: salida en Cala Saona y llegada en ses Salines. «Ya hay gente que está solicitando reservas para el año que viene. Supongo que en mayo empezaremos a hacer alguna. Es algo que depende del número de personas interesadas. Nosotros lo que ofrecemos es cobertura y seguridad, con el pertinente seguro de accidente para el nadador, que cuenta con una embarcación rápida, un piragüista, un socorrista... Está bien atendido porque le damos protección», explicó.