Dos imágenes de Playa d’ en Bossa. A la izquierda, la parte que pertenece a Eivissa. A la derecha, la zona que corresponde a Sant Josep. | Toni Escobar

Los efectos del último temporal que afectó hace unas semanas a Eivissa aún se hacen notar, de forma especial, sobre las playas ibicencas.

En concreto, sobre la extensión de Playa d’ en Bossa, las consecuencias de la fuerza del mar se hacen mucho más patentes en el lado del litoral que corresponde al municipio de Vila que en el lado que pertenece a Sant Josep.
De este modo, cualquier persona que decida pasear por la orilla del mar en dicha zona costera de la isla, dependiendo del lado que pise se encontrará ante sus ojos con un panorama totalmente diferente. Por un lado, en la parte que le toca al Ayuntamiento de Vila, se topará con la visión de extensas áreas cubiertas por montañas de posidonia muerta y, entremezclada con las algas, una gran cantidad de basura y de restos arrojados por el mar sobre la arena. Una estampa de abandono que, desde luego, dista mucho de ser una idílica postal y mucho menos una imagen turística para que sea recordada por cualquier visitante que durante estas fechas disfrute de sus vacaciones en la isla blanca. Y eso sin hablar del perceptible mal olor que todo lo inunda.

Por el contrario, si ese mismo visitante acomete su paseo por el lado de Playa d’ en Bossa que pertenece a Sant Josep, hallará una realidad completamente diferente y mucho más acorde con lo que se espera de un destino turístico como Eivissa. Las actuaciones de limpieza emprendidas por parte del Ayuntamiento de Sant Josep demuestran un mayor interés por tratar de mantener en buen estado esa franja de litoral y por ofrecer una buena imagen de la playa.
Aunque estamos en plena temporada baja, desde el Ayuntamiento de Sant Josep han informado que en estas fechas «se cuenta con un peón para limpiar las calles de esa zona y con tres peones de limpieza de playas, durante seis días a la semana, además de tener un vehículo barredera que pasa tres días a la semana».