La galería está formada por callejuelas laberínticas que sirven de refugio para practicar el botellón. | DE

El corazón de la Milla de Oro de la ciudad de Eivissa padece desde hace años una grave enfermedad. En la avenida Joan Carles I, a solo unos pasos del exclusivo puerto deportivo Marina Ibiza, la discoteca-cabaret Lío –del grupo Pachá– o el complejo Las Boas & Patio Blanco del renombrado arquitecto francés Jean Nouvel yace infecta una laberíntica galería comercial. El aspecto que presenta, destartalada y fría como una pequeña ciudad fantasma, la acotada zona compuesta por una decena de locales ejemplifica a la perfección esa Eivissa bipolar y desproporcionada que muchos denuncian.

Abandonado a su suerte tras la espantada, hace lustros, de empresarios e inversores, este corredor comercial ha perdido todo su esplendor y sirve hoy en día como un improvisado ‘botellódromo’ para los jóvenes durante los fines de semana.

Botellas de vidrio y de plástico y todo tipo de basura pueblan las estrechas callejuelas de una galería que ha servido también de refugio para personas sin hogar. Vecinos de la zona recuerdan que algunos han llegado a forzar la entrada de estos locales abandonados para pasar la noche en su interior.

La maleza crece entre las quebradizas baldosas del viejo pavimento, mientras algunas verjas de cañizo y otras vallas obstaculizan el paso. También hay bocas de agua y contadores de luz destapados, incluso clavos oxidados y tarimas de madera descompuestas por la inacción de los servicios municipales de limpieza.

El conocido establecimiento de ocio nocturno Keeper y la peluquería Gasset son los únicos negocios que sobreviven bajo la sombra del enorme edifico de ‘los colorines’. Algunos propietarios denuncian que este «punto negro» de la Milla de Oro ibicenca está completamente olvidado por el Ayuntamiento. «Yo pago muchos impuestos porque esta zona es cara y nunca han venido a limpiarlo», lamenta una empresaria del barrio, donde no hay comunidad de vecinos ni asociación.

Varios inversores tienen avanzado un proyecto para revitalizar la galería y estimular el comercio de lujo en Marina Botafoch. Que prospere o no, ya es cosa del ayuntamiento.