Milagros González Pereira posa en uno de los despachos de la Pimeef.

Milagros González Pereira es desde hace unas semanas la presidenta de la nueva asociación de Inmobiliarias de la Pequeña y Mediana Empresa de Eivissa y Formentera (Pimeef). Conscientes de que el intrusismo ha irrumpido con fuerza en el sector, un nutrido grupo de agencias ha decidido unir fuerzas para exigir una regulación en el colectivo y alertar a los clientes de los peligros que conlleva negociar con los ‘agentes pirata’ de la noche ibicenca. Los inmobiliarios profesionales de la isla quieren recuperar el prestigio perdido, y para ello solicitan a las administraciones la regulación del sector, un aumento en el número de inspecciones y un sello de garantía para preservar la imagen del sector.

—¿Tan grave es la situación en la isla para que las inmobiliarias decidan asociarse?
—Asociarse siempre está bien, es unir fuerzas y el asociacionismo es una buena manera de tener más fuerza frente a terceros y más ayuda de la Pimeef. La situación es que hoy Eivissa tiene un gran reclamo para oportunistas y en nuestro sector hay muchísimo intrusismo, muchos ‘paracaidistas’ como algunos le llaman: gente que viene en verano a hacer su agosto. Su modus operandi en muchos casos es: se hacen amigos por la noche del cliente mientras toman algo, se ganan su confianza y empiezan a actuar como intermediarios y comisionistas. Actúan con su móvil, o como mucho a través de una web y es una competencia desleal, da mala imagen a la profesión y la isla y el cliente se encuentra desprotegido.

—¿Qué objetivos persiguen con esta nueva asociación de la Pimeef?
—Tener más fuerza como colectivo empresarial e instar a las instituciones a que regulen el sector.

—¿Cuándo comienza a pervertirse el mercado inmobiliario en Eivissa?
—El negocio en Eivissa cuando más se ha notado que ha empezado a pervertirse ha sido con la recuperación económica. Tenemos un mercado bastante dinámico y desde 2011 ha habido una explosión de ilegales y un efecto llamada que nos está perjudicando muchísimo. Esto hace que la isla tenga un mal cartel. Los inmobiliarios de la isla tenemos que luchar con las reticencias de los clientes porque saben de casos de quienes han sido estafados o engañados por algún personaje. Tenemos que demostrar nuestra inocencia y hemos perdido prestigio. Hemos notado que con el ‘todo vale’ nuestra profesión se ha visto bastante desprestigiada por impostores que se hacen pasar por inmobiliarias. Eso nos da mala prensa.

—¿Tienen localizados con nombres y apellidos a comisionistas ilegales?
—Mucha gente sabe en la isla quién es quién. En la isla nos conocemos todos. Muchos viven aquí todo el año o gran parte de él.

—¿Cuánto dinero pueden hacer en verano estos agentes independientes?
—No voy a entrar en cifras porque no hay un registro y no hay forma de saber las cantidades, pero seguro que es bastante dinero.

—¿Actúan con total impunidad?
—De momento actúan con total impunidad.

—¿Cómo se puede combatir el intrusismo en el sector?
—Queremos instar a las administraciones a que regulen el sector con unos requisitos mínimos, un registro de profesionales inmobiliarios legales y crear un sello de calidad. A nuestra asociación sólo pòdrán adherirse quienes cumplan con la normativa: lo que conlleva tener sus altas fiscales, que coticen, que cumplan la ley de protección de datos, de blanqueo de capitales, seguros de responsabilidad civil y una sede. Es decir, que sean profesionales.

—¿Con qué tipo de estafas se han encontrado?
—En alquileres, sobre todo turísticos, es donde más estafas se producen. Cada año van aumentando. Y a nivel de ventas, hay personas que no tienen ni formación ni conocimientos para vender con seguridad propiedades sujetas a una legalidad urbanística. Hay clientes que se quejan de que han comprado casas que no eran legales, que han pagado sobreprecios para que 3 o 4 intermediarios no profesionales se lleven un dinero extra impresionante. Uno conoce al amigo del amigo del amigo del cliente y al final, cuando llegan a hacer la operación, son 5 o 6 a repartir la comisión. Creen que este negocio es para hacerse rico y lo cargan en el precio.

—¿El aumento del intrusismo ha contribuido al encarecimiento de los alquileres en Eivissa?
—Dentro de la asociación no tocamos el tema de los alquileres turísticos, pero yo a nivel personal pienso que el precio de los alquileres que ocupan residentes y trabajadores se ha encarecido porque muchos de ellos se dedican al alquiler turístico ilegal. Los apartamentos se alquilan ilegalmente a turistas, creando malestar a los vecinos y masificando la isla. Muchos de ellos son arrendadores extranjeros que se llevan el dinero cuando acaba la temporada. La isla estaba impracticable en julio y sobre todo en agosto, dando una imagen penosa. Esos apartamentos tendrían que estar a disposición de residentes o trabajadores, pero no lo están y los precios se disparan. Se debería regular el tema, no para legalizarlo, sino para controlarlo.

—¿En qué punto se encuentra el mercado inmobiliario en las Pitiüses?
—Nosotros solo alquilamos según la Ley de arrendamientos urbanos o alquileres de estancias turísticas vacacionales de forma legal. Pero no apartamentos en zona residencial para uso turístico. De hecho la mayoría no estamos a favor de que se haga ni de que se legalice.

—Los nuevos gobernantes quieren hacer recuento de inmuebles vacíos en la isla y regularizar viviendas turísticas. ¿Se acaba así con el problema?
—El Govern lo que propone es regularizar el alquiler de apartamentos turísticos en zonas residenciales y no estamos de acuerdo. Se generan molestias a los vecinos y los trabajadores no encuentran vivienda y se tienen que ir. Siempre ha existido un tipo de turismo y de clientes especiales que prefieren estar en una casa de campo o un chalet con su piscina. Entendemos que esto se regularice, aunque para esto ya hay una asociación constituida. No veo bien que se regularicen apartamentos turísticos en edificios residenciales, que alquilan por semanas y encarecen la vida de los residentes. Esto se combate con inspección y que los vecinos afectados lo denuncien. Lo que hace falta es más control sobre los ilegales. No obstante, entendemos que la administración no tiene suficientes medios para hacer las inspecciones que se deberían hacer.

—Pero hay mucho dinero negro en el mercado del alquiler de viviendas...
—Los asociados no tenemos datos al respecto.

—¿Cuánto dinero negro se puede mover en el mercado inmobiliario ibicenco?
—Lo desconozco. En la compra-venta de inmuebles esto ocurría hace 15 o 20 años, pero después de la entrada en el euro no. Ni se puede ni se hace.

—Pero hay propietarios de villas que alquilan de manera ilegal, sin pagar impuestos...
—Yo en un negocio ilegal no intervengo y a mi no me consta que se haga.

—Vivienda nueva, segundas residencias, apartamentos, villas... ¿Qué tipo de inmueble se está alquilando o vendiendo mejor?
—La demanda actual es de segundas residencias y casas de campo, terrenos para construir viviendas unifamiliares. Y el nivel de los con clientes es de un perfil medio, medio-alto y de lujo, sobre todo extranjeros.