La Garden Art Gallery acoge por segundo año consecutivo el Supermercat de l’Art. | Toni Escobar

El tiempo de hacer regalos parece que va llamando a la puerta, pues a la vuelta de la esquina están ya las Navidades, Papá Noel y los Reyes Magos. Por eso, es un buen momento para inaugurar una galería cuyo fin es ese precisamente, estar presentes entre las opciones como punto de venta de arte. Así, la Garden Art Gallery acoge por segundo año al Supermercat de l’Art adelantándose a estas fechas navideñas, «aquí continuamos con la tradición, que permite en una época del año en la que hay que hacer regalos, que la gente pueda comprar obras de arte, para sí mismos o para otros», explica Bernadette Chapu, gestora de la galería.

En total son 19 los artistas reunidos en esta galería, en la que abunda la pintura, pero donde también hay hueco para tres escultores y un fotógrafo. «Normalmente la línea de la galería es más bien el arte abstracto pero a petición de algunos compradores también se han incorporado excepcionalmente algunos cuadros figurativos», para atender a todos los gustos.

De esta manera, encontramos desde cuadros abstractos y figurativos, hasta collages realizados con telas, papeles y hasta etiquetas; esculturas en bronce o talladas sobre piedra y arcilla o fotografías que muestran el lado más erótico de la mujer. Obras con precios muy razonables que van desde los 50 euros hasta los 200», aunque con algunas excepciones como la obra de arte de Adrián Cardona sobre madera que alcanzaba los 1.000€.

Entre los nombres más conocidos en la isla encontramos a María Catalán, Carles Guasch, Diana Bustamante y Josep Rosales, aunque también llama la atención los mono temas que utiliza Doralice Souza, uruguaya de cuna aunque criada en Eivissa, y que se inspira en las medusas en esta ocasión. «Algunos autores son de la isla y otros de fuera, pero todos tienen una fuerte conexión con Eivissa, o han nacido aquí o viven desde hace muchos».
Una exposición que continúa con la tradición retomada por ella y su marido, Fernando Jiménez, para continuar con el proyecto anteriormente impulsado por Carles Fabregat en la ya desaparecida sala Ebusus. De esta manera, emplazados ahora en plena naturaleza, han tomado el relevo para que no se pierda esta costumbre. «Por eso abrimos desde finales de noviembre hasta finales de enero para incluir esas fechas especiales». Es decir, durante dos meses y en horario de 09.00 a 20.00 de lunes a sábado y los domingos hasta las 15.00.