La Conselleria de Medi Ambient está a la espera de que el Consejo de Ministros apruebe la cesión de la desaladora de Santa Eulària al Govern balear para empezar a trabajar en su puesta en marcha.

Después de que Madrid acordara el rescate de la concesión de la planta el pasado 4 de diciembre, la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) confía en que la transferencia se produzca como mucho en el mes de enero. El gerente, Toni Garcías, reconoce que están «preocupados» por la cercanía de las elecciones generales. «Si hay un cambio de gobierno se puede retrasar, por lo que iría bien que nos la dieran antes, aunque trabajamos con la idea de que nos la cederán en enero». Según detalló, ya están realizando el proyecto para las obras de conexión de la planta a la red de abastecimiento de agua y para instalar un nuevo depósito, lo que supondrá un coste de dos millones de euros. Además, ya se han pedido los permisos a Gesa para habilitar el suministro eléctrico que necesitan las nuevas estaciones de bombeo para enviar el agua hacia el anillo.

El gerente de Abaqua recordó que estos dos millones que tiene que invertir el Govern se deben al acuerdo que llegaron con el Ministerio, en el que ellos pagaban la indemnización a la empresa constructora por el sobrecoste de la planta, que subió de 19 a 25,6 millones de euros por los intereses y mantenimiento tras tres años paralizada, y el Govern asumía las conexiones con la red de abastecimiento de agua. De esta forma, se solucionaba el conflicto que impedía poner en marcha la planta por un sobrecoste que nadie asumía, además sin que repercuta en la tarifa que deberán abonar los ciudadanos de Santa Eulària.

Concurso

Toni Garcías explicó que también una vez tengan la desaladora sacarán a concurso público una concesión para el mantenimiento y explotación de la planta, que podría estar lista «en tres o cuatro meses». Según apuntó, la intención es realizar un contrato a la misma empresa que la ha construido (UTE formada por Aqualia Gestión Integral del Agua y Procesos Ambientales S.A) para que se encargue del mantenimiento hasta que salga la concesión para que la infraestructura «no se vaya deteriorando y no quede parada».

Interconexión

Por otra parte, también están pendientes de las obras de los tramos que faltan de la interconexión de las desaladoras, que corre a cargo del Gobierno central y que está previsto que empiecen en enero. A pesar del retraso de estas obras, que en un principio debían iniciarse en octubre, Toni Garcías confía en que también estén listas para junio. «La intención es que en esas fechas ya se pueda suministrar agua desalada al municipio de Sant Josep, por eso se empezarán las obras en ese tramo, ya que es el municipio más necesitado», explicó el gerente de Abaqua, que apuntó que «si se puede, intentaremos incluso que llegue antes». De estas obras se encarga el Ministerio, aunque el Govern adelantará el dinero del coste del proyecto, que asciende a 1,6 millones de euros.

El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, además, ha recordado en más de una ocasión que están a la espera de una autorización del Govern balear para ejecutar una arteria que va hasta la zona noroeste, para abastecer los núcleos de Sant Carles, Cala Llenya, Cala Nova, Cala Mastella o es Figueral. La intención del Ayuntamiento es asumir el coste de las obras, de unos 1,1 millones de euros, y que el Govern lo descuente de las facturas de agua desalada.

Toni Garcías reconoció que los «plazos son cortos» pero que intentarán llevar a cabo todos los trámites y proyectos «lo más rápido posible». Según destacó, prevén que los meses de julio y agosto sean «complicados», por lo que esperan cumplir con el plazo marcado del mes de junio.

LA NOTA

La planta puede producir 15.000 metros cúbicos diarios

La nueva planta desalinizadora de Santa Eulària, finalizada hace tres años y paralizada desde entonces, cuenta con una capacidad de producción de 15.000 metros cúbicos al día y garantizará el abastecimiento del municipio y de otras localidades de la isla, a través de la interconexión que la unirá a las desaladoras de Vila y Sant Antoni. Inicialmente la infraestructura, ubicada junto al torrente de s’Argentera, se diseñó para proporcionar 10.000 metros cúbicos pero se amplió a los 15.000, lo que provocó el sobrecoste de la planta. Su puesta en marcha es imprescindible para solucionar la falta de agua potable en municipios como Sant Josep.

LA FICHA

Desaladora. Abaqua ha empezado a redactar el proyecto para conectar la desaladora a la red de abstecimiento de agua. Las obras costarán unos dos millones de euros.

Interconexión. En enero está previsto que empiecen las obras de los tramos que faltan para conectar las desaladoras de Vila, Sant Antoni y Santa Eulària.

Concurso. El Govern tiene previsto abrir un concurso público para la concesión del mantenimiento y explotación de la planta, en cuanto la reciban del Ministerio.