Cientos de feligreses llegados desde todas las parroquias de la Diócesis de Eivissa i Formentera se echaron ayer a la calle para participar en el acto de apertura y bendición de la Puerta Santa de la Catedral. Un solemne y emotivo acto a través del cual monseñor Vicente Juan Segura, obispo de Eivissa i Formentera, dio por inaugurado el Año Jubilar de la Misericordia en las Pitïuses.

En este sentido, el señor obispo indicó que «acogiéndonos a la iniciativa del Santo Padre, el Papa Francisco, celebramos un acto simbólico con el que abrimos la Puerta Santa de la Catedral e inauguramos el Año Jubilar de la Misericordia en Eivissa». «Para nosotros, los creyentes, este acto supone la alegría de poder entrar en la casa de Dios y aprender a ser un poco más misericordiosos. Así, todos contribuiremos a que la sociedad de Eivissa y Formentera sea mucho mejor», añadió monseñor Vicente Juan Segura.

Antes de celebrarse la santa misa, en el baluarte de Sant Bernat, se realizó el anuncio del Año Jubilar de la Misericordia y, posteriormente, una solemne procesión recorrió la plaça de la Almudaina y el carrer de la Universitat, hasta alcanzar la plaça de la Catedral, en la que el señor obispo Vicente Juan Segura, acompañado por el clero, religiosos y fieles de la diócesis, procedió a bendecir una Puerta Santa que fue engalanada para la ocasión con guirnaldas de mirto enlazadas con flores blancas y amarillas. Una bendición con la que, según explicó monseñor Vicente Juan Segura «se gana la indulgencia plenaria».