«Necesitamos una cantera de gente joven, gente nueva para no forzar a los de siempre». Con estas palabras, Estela Bellorini, coordinadora del Banco de Sangre de Eivissa y Formentera se refiere a la necesidad de concienciar a la gente, especialmente a los jóvenes, generalmente sanos, para aumentar unas reservas de sangre que actualmente están a la mitad.

Las cifras son preocupantes. Las donaciones han descendido en el último año en las Pitiüses en un 7,28 por cien. En 2015 consiguieron 3.695 donaciones a lo largo de un centenar de días pero no son suficientes.

La doctora Bellorini reconoce que renovar los donantes «está costando». Explica que incluso algunos jóvenes que están tatuados no donan porque «dicen tener miedo a las agujas». Por este motivo, el Banco de Sangre hace charlas informativas destinadas a los más jóvenes en los centros educativos de la isla para explicar la necesidad de donar sangre. «Todos esos jóvenes que nos escuchan, a lo mejor hoy no donan pero se pueden concienciar con el tiempo o ayudar a la difusión de la necesidad», explica.

Durante la Navidad, se han realizado dos jornadas especiales de donaciones de sangre. El miércoles, 23 de diciembre, donde se registraron unas 70 donaciones, y la de ayer, en la que la presencia de donantes era escasa. «La población de Eivissa baja ahora en fiestas y la respuesta no es muy grande», explica.

Sin embargo, las necesidades de tener unas buenas reservas de sangre aumentan en Navidades porque es en estas fechas cuando aumenta el número de accidentes de tráfico y hay más personas que necesitan transfusiones. Durante el verano, con el aumento de la población, las reservas también disminuyen y muchos de los donantes habituales «trabajan en hostelería y no tienen tiempo de venir».

Durante todo el año, las personas que quieran dar su sangre pueden acudir todos los jueves a las antiguas urgencias del Hospital Can Misses en horario de 10 a 14 horas y de 17 a 21. Los martes, efectivos del Banco de Sangre se desplazan cada semana a Santa Eulària, Sant Antoni o Sant Josep y una vez cada tres meses van a Formentera.

El proceso de donación de sangre es rápido, no más allá de 5 o 10 minutos, durante los cuales se llena una bolsa de 400 centímetros cúbicos. Previamente, se realiza una entrevista médica para garantizar la salud del donante y del paciente y después de la extracción se ofrece un refrigerio para favorecer la recuperación de la sangre.

Los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año y tres las mujeres. Entre una donación y la siguiente tienen que pasar dos meses.

LA NOTA

¿Qué requisitos debo tener para convertirme en donante?

En principio, puede ser donante cualquier persona entre 18 y 65 años de edad que pese más de 50 kilos y goce de buena salud.

Quedan descartadas las personas que tomen drogas o esteroides, los hipertensos, personas que hayan sufrido una cirugía en los últimos cuatro meses, gente resfriada o que esté tomando antibióticos, embarazadas o que hayan sufrido recientemente un aborto o personas en contacto directo con infectados de SIDA o hepatitis B o C. Las donaciones se tienen que hacer siempre dos horas después de comer.