Cada año por estas fechas, los Reyes Magos se encuentran con serias dificultades para satisfacer las demandas de los niños, ya que muchos piden el mismo regalo e incluso a ellos les resulta complicado atenderlos a todos, a pesar de sus poderes. Días antes de la llegada de Sus Majestades, algunos juguetes son imposibles de encontrar porque sencillamente, se han agotado.

Estas Navidades el éxito más rotundo se lo apunta la Patrulla Canina, de la exitosa serie televisiva de animación en 3D, en la que un chico (Ryder) y un equipo de seis perros que colaboran como para salvar a otros personajes que se encuentran en mil y un peligros.

«De la Patrulla Canina está casi todo agotado, no nos quedan muñecos ni la estación base, solo algún puzzle», explica Sandra Marí, de la juguetería Al·lots. Así, el pelotón canino de rescate ha destronado a las Frozen, licencia que barrió hace un año y que ahora se mantiene entre las más queridas entre las niñas, junto a las Descendents, Peppa Pig o Pin y Pon.

El dominio de las licencias de personajes procedentes de la pequeña y gran pantalla prosigue con la última entrega de Star Wars, aunque Yasmina Piñeiro, de Eivitoys, señala que «quizás ha sido un poco tardía, como el estreno».
Sin embargo, algunos juguetes más tradicionales parece que este año se han rebelado contra la tiranía de las grandes marcas y en algunos casos logran plantar cara a las licencias más potentes.

Así, las peonzas se están convirtiendo en todo un fenómeno de masas. «Es la locura de estas Navidades, el juguete estrella, aparte de la Patrulla Canina, que también ha arrasado”, comenta Piñeiro.

Para ella, el secreto del éxito de este sencillo y tradicional juguete reside en que «se puede jugar en cualquier parte, junto con padres y abuelos, que también las usaron en su infancia, por lo que todos acaban contentos», afirma. Además, el amplio rango de precios (pueden encontrarse entre los 3,50 y los 25 euros) hace que se convierta en un juguete accesible para todos los bolsillos.

También se abren hueco en el interés de los niños y niñas las manualidades, con la plastilina de toda la vida, que ha vivido un importante repunte, además de otros clásicos como Lego y Playmobil.

En cuanto a los juguetes de radiocontrol, este año se imponen los drones, de los que existe una amplia variedad de modelos y precios.