El acelerador lineal del servicio de radioterapia. Foto: ARGUIÑE ESCANDÓN

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está pendiente de recibir una documentación de la concesionaria acerca del búnker de la radioterapia para realizar la inspección visual. Desde el CSN aseguraron ayer que hay «documentación incompleta» pero una vez que se subsane se desplazarán a Eivissa para realizar la inspección visual, el último paso definitivo para la puesta en marcha del servicio.

Mientras se resuelven los últimos trámites imprescindibles para la puesta en marcha de la radioterapia, el servicio empieza a dar sus primeros pasos. De hecho, el lunes se atendió al primer paciente en el servicio de radioterapia. Hasta ahora lo habían hecho en unas consultas provisionales habilitadas en el hospital para empezar a atender a los pacientes. Además, el equipo de profesionales que forman el servicio de radioterapia se encuentran esta semana recibiendo formación acerca del uso del equipo del acelerador lineal.

La puesta en marcha del servicio ha sido de una gran complejidad. La maquina, el acelerador lineal, se adquirió a una empresa norteamericana y a mediados de noviembre llegó a Eivissa. Después de la instalación durante varios días del acelerador y con la llegada del TAC, se empezaron a realizar todas las pruebas de aceptación para comprobar que el servicio cumple con todas las garantías.

LA NOTA

La inspección visual, el último paso del proceso

La inspección visual del Consejo de Seguridad Nuclear al servicio de radioterapia de Can Misses es el último paso imprescindible para la puesta en marcha del servicio. Desde hace meses la empresa concesionaria del servicio, la UTE formada por Clínica Juaneda y Policlínica Miramar, ha ido remitiendo la documentación a la sede del CSN en Madrid.