Mesa informativa sobre la mediación familiar, ayer en Vila. Foto: TONI ESCOBAR

Una separación mal avenida en la que hay hijos en común, una situación de dependencia familiar en la que varios hermanos han de cuidar a sus padres mayores y han de organizarse cómo hacerlo o unos abuelos que no ven a sus nietos. Estos son los casos en los que, a través de la ley de mediación balear, se puede intervenir con la mediación, una forma alternativa para la resolución de conflictos. Un recurso que sólo necesita de la voluntad de las partes para llegar a acuerdos sin la necesidad de recurrir a otras vías, como las judiciales. Para dar a conocer el servicio público gratuito de mediación familiar de la Conselleria de Serveis Socials i Cooperació del Govern, la coordinadora de las mediadoras de Eivissa, Teresa Bibiloni, repartió ayer folletos informativos para difundir la mediación familiar en una mesa instalada en el Mercat Nou con motivo de la celebración del Día Europeo de la Mediación. «Sabemos que muchas familias sufren a raíz de conflictos relacionados con dos partes de la misma familia, como las separaciones o divorcios que generan mucho dolor cuando la pareja quiere continuar como padres pero su divorcio no está resultando tranquilo. En un divorcio conflictivo, la familia sufre y se genera mucho dolor que no haría falta si se trabajara desde la mediación».

Solicitudes

Durante el año pasado recibieron 32 solicitudes de mediación de Eivissa de los que la mitad no eran propios de este servicio, «porque en algunos había violencia familiar y como es un delito no se le adjudica mediador», explicó Bibiloni. De los 16 restantes, siete han terminado con cinco acuerdos y los otras nueve, «están en proceso de adjudicarle un mediador o están siendo atendidos», añadió.

El servicio público de mediación ofrece ocho sesiones gratuitas de una hora de duración cada una, la primera es informativa, para que puedan resolver estos problemas, «que sea una separación lo menos conflictiva posible, que se pueda organizar la familia y como continuar cuidando a los hijos, como repartir los gastos, el uso de la vivienda familiar, lo que ellos quieran».

Hay casos en los que a través de una petición de mediación se llega a otra intervención, raíz del conflicto. «Hay abuelos que nos han solicitado mediaciones porque no ven a sus nietos y acabamos haciendo una mediación de esos padres que no dejan que los nietos vean a sus abuelos», comentó Bibiloni. También se logra la recuperación del diálogo. «Hay gente que no se habla desde hace años por un conflicto familiar, sea por una enfermedad, unos intereses económicos o la ruptura de una relación», añadió Josefa Marí, una de las cuatro mediadoras de este servicio en Eivissa. Marí ha atendido, sobre todo, casos de mediación familiar de separación con hijos comunes, «en los que tienen que llegar a un acuerdo sobre como van a continuar la relación con su hijo, se ha de hablar de la vivienda familiar, pensión, custodias, visitas, vacaciones, la educación y muchas cosas que afectan al dia a dia».

A la mediación del servicio publico se recurre rellenando una solicitud de mediador gratuito en los municipios o dirigiéndose a la oficina del Govern en la calle Abad y la Sierra y se le asigna un mediador. Tres meses es el tiempo aproximado de la mediación.