Una imagen del perro minusválido Coco, cuya historia es denunciada por el Partido Animalista.

El Partido Animalista (PACMA) de Balears ha remitido una carta al Ayuntamiento de Vila en la que reclama una mayor transparencia en la gestión del Centro de Protección Animal de sa Coma.

En la misiva, remitida a la concejalía de Medi Ambient, María Beltrán, coordinadora del partido en Balears, califica de «necesario» que se hagan públicos los ejercicios referentes al centro ya que, según dicen, «no quedan lo suficientemente claros los conceptos y procedencias del capital».

Comisión para adopciones

Asimismo, los animalistas reclaman la creación de una comisión en la que participen representantes de todas las asociaciones en defensa de los animales y las protectoras de Eivissa, junto a un representante del ayuntamiento, el director o gerente de sa Coma y su veterinario responsable con el objetivo de «poder gestionar mejor las campañas de adopción y sensibilización y garantizar la mayor eficiencia de los recursos de la isla en pro del bienestar de los animales».
El PACMA, que secunda la iniciativa de Giuseppe Guastella, de Ibiza4patas, apela al gobierno municipal a llevar a cabo estas acciones para «subsanar los errores de la administración anterior».

En este sentido, exigen que «no se vuelvan a repetir» casos como el del perro minusválido Coco. «Según nos ha relatado el señor Guastella, estuvo esperando su silla de ruedas durante mes y medio por una supuesta falta de fondos para su adquisición, cosa que consideramos inadmisible», explican.

La cuentas claras

La versión del Ayuntamiento de Vila es que las cuentas del Centro de Protección Animal están «claras» y proceden «única y exclusivamente» de los presupuestos municipales, ya que no reciben aportaciones económicas de ninguna asociación.

Además, fuentes del consistorio recuerdan que sa Coma es un centro que acoge animales de toda la isla pero que se financia únicamente por el Ayuntamiento de Vila pese a haber pedido en muchas ocasiones la necesidad de mancomunar este servicio entre todos los consistorios de la isla.

Por otra parte, desde el ayuntamiento no consideran necesario la creación de una comisión que gestione las campañas de adopción de sa Coma. «Afortunadamente, este centro tiene un índice muy elevado de adopciones. El año pasado se adoptaron 474 animales y la respuesta es muy buena cada vez que se organizan campañas de adopción», señalan.

El caso del perro Coco

Respecto al caso de Coco califican de «equivocada» la versión que sostienen desde el Partido Animalista. Según el Ayuntamiento de Vila, el perro estuvo durante casi dos meses viviendo a una clínica veterinaria donde lo tuvieron que curar de todas las heridas que se había hecho por no poder andar y arrastrarse por el suelo. Coco está en estos momentos viviendo en el Santuario de animales Mojis y es asistido por un fisioterapeuta una vez a la semana.