Carros de todos los puntos de la isla se desplazaron hasta Santa Gertrudis para ser bendecidos por el sacerdote de la parroquia. | Daniel Espinosa

Quince días después de la celebración de San Antonio Abad, la parroquia de Santa Gertrudis organizó ayer una nueva bendición de animales en la que no faltaron los tradicionales carros tirados por caballos y ponis además de numerosos perros y hámsters. Todos ellos fueron rociados por el párroco del pueblo con agua bendita ante la presencia de una imagen de Sant Antoni.

«Hace más de quince años que se hace y ha venido mucha gente porque los bunyols y el vi pagès se ha acabado», explicó ayer Mª Carmen Torres, esposa de uno de los nueve obreros de la parroquia, que junto a sus mujeres organizan esta fiesta.

Otra de las tradiciones de esta fiesta en Santa Gertrudis es el sorteo de un cerdito. En esta ocasión el agraciado ha sido Xicu d’en Riera, uno de los matancers de la localidad.