Las Dalias cerraban ayer domingo un fin de semana carnavalero en toda Eivissa. Desde las 16:00 horas se abrieron las puertas del famoso recinto para acoger, no al mercadillo, sino a decenas de niños y adultos disfrazados y dispuestos a pasar un buen rato.

Nada más llegar comenzaron con la sesión de maquillaje de caras de mano de la artista Daniela Niculita: «Hemos pintado en torno a 10 niños, porque algunos de ellos venían ya preparados, y la verdad es que el público de carnaval es el mejor, porque está más animado a pintarse y es algo muy mágico para los niños. Por eso, trato de que sean ellos los que piensen qué dibujo quieren en lugar de presentarles modelos, así desarrollan su creatividad». Añadía, también, que lo que más piden las niñas son de princesas o animales –mariquitas, mariposas…–; mientras que los niños se inclinan por máscaras y superhéroes.

Entre los niños caricaturizados estaba su propia hija, Luna, de apenas dos añitos, que lucía vestida de ranita verde. «Ella quería vestirse de rana porque le suelo contar un cuento por la noche sobre una niña que es rana por el día y princesa por la noche», comentaba su padre, quien también iba caracterizado con un gorro de conejo rosa. Entre otros modelos hubo también disfraces de hadas, tigres, Spiderman, payasos, princesas… aunque dos de los más originales los llevaban puestos dos hermanos vestidos de policías. «Queríamos que fueran diferentes al resto, algo más originales y se nos ocurrió vestirlos iguales, de policías, y como luego van a participar en el desfile espero que haya suerte y ganen», apuntaba su madre bien satisfecha con el resultado.

Y es que la fiesta se cerraría con un desfile de disfraces –cuya inscripción eran 5 euros– y donde el premio sería una máscara de oro elaborada por un artista italiano, aunque todos los niños tendían recompensa igualmente gracias a la Gran Piñata final. Claro que antes de eso, los pequeños pudieron disfrutar, desde las 18.00 de las actuaciones en directo de las dos animadoras que iban ataviadas con pelucas rizadas y tutús, con las que los niños se implicaron al máximo respondiendo a las preguntas y ayudando a que las Artistas del Circo Mundial se reencontraran en el escenario.

Hubo también malabaristas, payasos, cuenta cuentos, acrobacias, marionetas… además de la presencia imprescindible de un mago, en este caso, Zeb, y la música en directo de Andrea Ukelele y el dj Cloud J Deep. Todas estas actuaciones se realizaron el interior del local, en un espacio acondicionado y con proyecciones en las paredes de películas de dibujos animados.