Un escaparate del Mercat Nou de Vila, decorado con motivo de San Valentín. Fotos: D.M.

Es un tópico pero a la vez una incontestable realidad en muchas ocasiones que el camino más corto para conquistar un corazón, o para reconquistarlo, pasa por seducir al estómago. En San Valentín, la mesa es el escenario ideal donde empezar a prender la chispa del amor. Para ello, en la víspera hay que armarse con los ingredientes que usaremos como flechas de Cupido.

Aunque sin ningún rigor científico, determinados alimentos gozan de cierta fama como afrodisíacos. En el Mercat Nou de Vila encontramos algunos de ellos. Entre ellos destacan las ostras, cuyo alto contenido en zinc se asocia a una mayor producción de testosterona. En el puesto de Mar Fish comercializan este apreciado molusco a 2,10 euros cada unidad, un precio muy asequible si tenemos en cuenta las contrapartidas de sus posibles efectos.

«A ver si la gente se anima a comer pescado en San Valentín, porque no está el mercado muy animado», comenta la joven que atiende esta pescadería. Más allá de las ostras, también sugiere para una cena íntima y apasionada lenguado (26,90 euros/kilo) y, para bolsillos más ajustados, lubina o dorada (9’90 euros/ki- lo).

En otra pescadería, Casa Rata, nos ofrecen un pastel de carpaccio de roja con forma de corazón, emblema de una jornada que este año cae en domingo. «Hay mucha oferta pero poca demanda», explica Rita Rus mientras señala el vacío pasillo.

No obstante, pescado y marisco no son los únicos ingredientes posibles en una romántica cena de San Valentín. Para los amantes de la carne, el carnicero Javier Gómez nos muestra unas hamburguesas con forma de corazón, muy oportunas para estas fechas. Las comercializa durante todo el año y que cuestan a 12,50 euros el kilo, las de buey, y a 8,50 las de pollo. «Al plato quedan espectaculares, solo falta que los fabricantes de pan sigan el ejemplo para que se vea la forma, que está hecha con mucho amor», bromea.

Donde también encontramos seductoras propuestas es en las panaderías y pastelerías del mercado. Así, en Can Sellarás disponen de tartas de San Valentín. Son postres de chocolate, crema, trufa o merengue a precios variados y con la particularidad, de nuevo, de tener forma de corazón.

«Lo hacemos cada año y funciona bastante bien», explica la señora que atiende en el lugar. En el puesto del Forn Can Bufí, decorado con unos brillantes y rojos corazones, también ofrecen distintos pasteles y tartas en los que se puede leer un dulce Te quiero.

En el mismo pasillo, en Frutas y Verduras Riera nos sugieren unas fresas con queso. «Otros las prefieren con chocolate, pero de una forma u otra es una fruta muy de San Valentín, y además coincide con su mejor temporada», explica Cati Roselló. Por ello, en estas fechas y hasta principios de verano, su precio disminuye y su calidad mejora. Ahora, se vende a 4,20 euros/kilo, cuando apenas unas semanas atrás estaba a 5,80 euros/kilo.

Existen además una larga lista de productos muy comunes en nuestra mesa presuntamente afrodisíacos, aunque sin ningún rigor científico. Es el caso del ajo, el apio, las almendras, los higos, los dátiles, las frambuesas, las ciruelas, los espárragos, el chocolate y el vino tinto, entre otros muchos. Y, para los que no sean grandes cocineros, un consuelo que nos ofrece el refranero popular: más vale pan con amor que gallina con dolor.