El sentir general de los manifestantes era de decepción y contrariedad ante la forma como fueron ejecutadas las cabras de es Vedrà por el gobierno autonómico, con la complaciencia de la conselleria insular de Medi Ambient.

En la manifestación participaron las familias propietarias del ganado que durante las últimas décadas ha pastado en es Vedrà, los conocidos como vedraners.

Pep, a sus casi 80 años, afirmó sin atisbo de duda que «sí es posible sacarlas vivas» y que siempre lo han hecho «porque era una costumbre y un sistema que teníamos todos los vedraners porque allí no podíamos dañar a las cabras». «Yo y siete u ocho más en dos o tres días las habríamos sacado vivas a todas», declaró durante la manifestación, antes de amenazar con repoblar el islote: «Yo sí [voy a meter más cabras]. Si los otros me acompañan, sí».

Este vedraner recuerda que la última vez que acudieron a ver las chivas a es Vedrà fue en abril del año pasado. «Queríamos ir ahora, pero [los técnicos del Govern] han ido sin decir nada y nos las han desgraciado. No nos avisaron, lo hicieron aposta», denunció el ganadero ibicenco.

Por su parte, el presidente de la asociación ‘Basta Ya’ Alejandro Gutiérrez aseguró que además de Antonio Planas «había otra gente interesada en acoger las cabras en sus terrenos y tampoco les han dado opción». Indicó que por medio de «trampas» podrían haberse sacado las chivas «en cuestión de un mes». Además, expresó sus sospechas de que haya «algo económico» detrás de la decisión del Govern: «No sé si subvenciones de la Unión Europea, porque es parque natural». Por último, denunció que con este acto la conselleria «ha incurrido en varios delitos» como el hecho de «dejar allí los cadáveres» y aseguró que su plataforma está estudiando «denunciar» a los responsables».

Más reacciones

En la marcha participaron multitud de ibicencos como Juan, de la Asociación de Vecinos de Es Cubells, quien, indignado, se preguntaba por qué «los mismos que han matado las cabras nos prohiben en nuestras fiestas soltar gallinas, conejos y pavos, con los que disfrutan corriendo tras ellos los niños», o cómo «aparecen envenenadas gaviotas» en sitios como cala Llentrisca.

«Si las tienen que matar [a las cabras], que no las dejen medio muertas con balazos del calibre 22, que es una munición pequeña», lamentaba otro vecino de Sant Josep.

Antonio Planas, quien en noviembre registró un escrito en el Consell ofreciendo quedarse con las cabras del islote, como publicó anteayer en exclusiva este rotativo, exclamaba momentos antes de la marcha que «en EE.UU. y en Europa cuando se demuestra que un político miente, dimite, pero aquí no».

A Vicent Torres, concejal de Alternativa Insular en Sant Josep, lo que más le molesta además del «sufrimiento que haya podido haber», es la actuación «con nocturnidad y alevosía» por parte de los responsables de la conselleria balear de Medi Ambient. «Ha habido falta de coordinación y han hecho lo que les ha dado la gana, sin contar con nadie. Ha habido un ocultismo total y todo son conjeturas por la falta de información», lamentó Torres, quien cree que «alguien» tiene que asumir responsabilidades políticas «tras este desaguisado».

Otra vecina ibicenca, Loli Aragón, denunciaba que los autores de la eliminación del rebaño de es Vedrà «ni tienen vergüenza ni la han conocido. «Creo que había otras opciones», indicaba Lola, residente en la isla desde hace más de 40 años: «No sé qué daño hacían allí las cabras, ninguno. Además, con balas del calibre 22 las habrán dejado atontadas, moribundas. Pido la dimisión de los de Palma y los de aquí. No sé qué pintamos los de Eivissa, me han decepcionado mucho».

LA NOTA

Eivissa Anti Petrolífera se desmarca de la protesta

Octavio Pertot, activista y fundador de Eivissa Anti petrolífera, ha querido dejar claro a través de una carta abierta de que no apoya la manifestación por las cabras de Es Vedrá y condena los insultos y las amenazas sobre Miquel Vericad, los integrantes del GEN-GOB o cualquier otra persona relacionada con esta polémica.

«Es cierto que nos indignamos al principio por el método de eliminación de este rebaño de cabras, pero entonces nos informamos y comprendimos un poco mejor los motivos de dicha actuación», indica la plataforma, que condena «los tintes violentos» que adquirió este tema «por parte de algunos supuestos animalistas que poco demuestran de humanistas». Además, tilda de «’cabrones’» a «una minoría elitista» que protesta al verse «perjudicada por las últimas decisiones políticas en cuanto a urbanismo y explotación de los recursos turísticos».