La dulce espera

Hoy, 14 de febrero, día de los enamorados, voy a dedicar estas líneas a las futuras mamás y papás de nuestras islas que están ansiosos por descubrir al que se conoce como el verdadero amor. No se si será porque cuando una está disfrutando de esta etapa quizás se fija más en estas cosas, pero Eivissa, por suerte, está repleta de futuras mamis y papis felices y orgullosos esperando que llegue el gran momento. Unos meses en los que nos preparamos para el nacimiento de nuestro pequeño/a pero, sobre todo, para el momento en el que nace el conocido amor incondicional. Como diría Oscar Wilde… Una sensación en la que «dar y no esperar nada a cambio, eso nace del corazón, eso es amor».

Desde el primer momento en el que eres consciente que vas a ser mamá, te vienen muchas dudas y preguntas que ansías dar respuesta de inmediato, sobre todo si eres primeriza. ¡Estoy embarazada! ¿Y ahora qué? De repente tu vida «cambia». ¿Podré comer esto? ¿Podré comer lo otro? ¿Cuál es la mejor hidratación para mi piel? ¿Qué tengo que hacer ahora? Un sinfín de incógnitas que con los días y «consejos» se despejan. No debemos obsesionarnos, estar embarazada NO es estar enferma. Lo más importante es ser consciente del maravilloso momento que estáis viviendo y darle la importancia a lo que realmente tiene pero sobre todo, disfrutar de la dulce espera.

Si os encontráis en esta etapa, o hace poco que la habéis vivido, tanto papás como mamás recordaréis o estaréis escuchando muchos consejos. Prácticamente, todo vuestro entorno se convierte en expertos sobre el tema y la lluvia de sugerencias que se reciben no cesan. A veces, son sin fundamento, en otras ocasiones llegan por inercia, por decir algo y la mayoría son gratuitos, es decir, que llegan sin haber preguntado. Las recomendaciones nunca vienen mal pero son muchas y diferentes las opiniones y metodologías que nos cuentan. Como dicen, cada maestrillo tiene su librillo, así que lo mejor es escuchar (siempre con buena cara) pero dejarse llevar por lo que cree y piensa uno mismo pero, sobre todo, guiarse y seguir las recomendaciones de los expertos (ginecólogos/as, matronas, médicos…).

Y dicho esto, voy a compartir algunas utilidades básicas y «deberes» que los especialistas aconsejan y que debemos llevar al pie de la letra.

Respecto a la alimentación, a la hora de planear querer ser madre, debemos saber que la salud que tengamos en ese momento ya implica la que le vas a trasmitir a tu futuro hijo. La importancia de hacer una dieta sana y equilibrada es fundamental. A su vez, seguir un consejo importante (o necesidad) como el de tomar ácido fólico, e incluso acompañar la alimentación con multivitamínicos, sobre todo, aquellas futuras madres que casi no prueban las frutas y las verduras. Pero no olvidéis, siempre bajo prescripción médica.

Atrás quedó el mito de ‘Ahora, debes comer por dos’. Lo que se recomienda es comer varias veces al día para que el futuro bebé no pase hambre. Es muy importante no saltarse las comidas, es mejor comer menos pero en intervalos cortos que comer abundante una vez y estar mucho tiempo en ayunas.

No podemos hablar de consejos nutricionales sin mencionar, la importancia del ejercicio físico durante todo el embarazo y después del parto. De esta manera preservaremos nuestra masa magra del organismo, controlaremos el azúcar sanguíneo, reduciremos el estrés y mejorará el retorno venoso en las piernas, y por qué no, para mantener y recuperar nuestra figura.

En mi caso, además, he recurrido al yoga durante el embarazo. Es saludable para el cuerpo y la mente y muy beneficioso desde la concepción hasta el nacimiento. Las sesiones a las que acudo son especializadas para futuras mamis.

Para terminar con estos ‘tips’, no podría dejar de mencionar la hidratación intensa que nuestra piel necesita durante esta etapa. Debido al rápido aumento del volumen durante el embarazo en la zona del pecho y abdomen, necesitamos mantener muy hidratada nuestra piel para que se mantenga elástica y así prevenir la aparición de estrías y flacidez. Son muchas las cremas y opciones que existen en el mercado pero no hay nada como el aceite de almendra y de rosa mosqueta, una combinación perfecta.

Tras estas palabras, que nacen de una futura mamá emocionada y feliz por la llegada de su pequeña, me gustaría felicitar a todos los padres y madres que día a día cuidan de sus hijos y que regalan amor sin medida. A mis guías, mis padres, quienes me han transmitido y regalado el verdadero amor y, como no, a mi compañero de vida, con quien aprenderé a regalar este maravilloso amor y vivir la experiencia de ser padres.