El episodio de lluvias registrado durante la noche del lunes y la madrugada de ayer dejaron imágenes como la de los terrenos de juego de la Peña Deportiva de Santa Eulària o el del Sant Rafel convertidos en un tapete blanco por obra del granizo acumulado o daños materiales en algunas fachadas de Vila.

La tormenta descargó en cuestión de minutos una espectacular granizada en varios puntos de la zona centro de Eivissa. En Santa Eulària, algunos vecinos apuntaron que algunas de las bolas de hielo tenían el tamaño de una canica.

El terreno de juego del campo municipal quedó completamente cubierto por una capa de granizo que también cubrió las gradas y muchas calles y campos del municipio.

Poco después la misma imagen se producía en el campo del San Rafael, donde los jugadores se vieron sorprendidos en pleno entrenamiento. Tormentas acompañadas de granizo pero que apenas dejaron 5 litros por metro cuadrado.

En Vila la tromba de agua fue intensa pero dejó registros poco significativos.

Unas lluvias que posiblemente son las causantes de unos desprendimientos de fachada en la pasarela del Pasaje Castalví.

Los vecinos de la zona alertaron de la caída de cascotes a la acera y requirieron la intervención de la Policía Local y los Bomberos.

Los agentes municipales acordonaron el pasaje mientras una dotación de 4 bomberos procedió a la retirada de los trozos de la fachada que presentaban serio riesgo de caer a la calle.

Los efectivos desplazados trabajaron durante dos horas en la retirada de los cascotes y aseguraron los elementos afectados de la fachada.