La presidenta de la Federación Asperger España, Paloma Martínez.

Una entrevista de trabajo es difícil de superar para una persona que padece el síndrome de Asperger. «No respeta los turnos de palabra ni la jerarquía. No puede superar la entrevista, pero en lo que hay que fijarse es si sabe desarrollar su trabajo», explica la presidenta de la Federación de Asperger España, Paloma Martínez, acerca de las características de un afectado con este trastorno que hace una interpretación literal del lenguaje sin lugar para la ironía. Si en la etapa infantil y de adolescencia muchos de ellos han de hacer frente a situaciones de acoso escolar, el paso a la edad adulta no es mucho mejor. De hecho, asegura que «las habilidades sociales son el talón de Aquiles del Asperger», por lo que reclama más formación y visibilidad a esta enfermedad para entender las peculiaridades de un afectado.

Poca tolerancia a la frustración, rabietas y aislamiento escolar son algunos de los síntomas de los niños. «El acoso escolar nos preocupa mucho. Reclamamos al integrador social como una figura imprescindible en el colegio porque es la persona que puede ayudar en la hora de los recreos y el comedor», pidió Martínez.

La presidenta de la Federación Española será una de las ponentes de las primeras del Día Internacional del Síndrome de Asperger que se celebran entre hoy y mañana en la sede de la Universitat de les Illes Balears de Eivissa. El Síndrome de Asperger se encuentra dentro de los trastornos de espectro autista, que afectan a una de cada cien personas. No hay datos concretos acerca de la incidencia del síndrome entre la población. «Estadísticamente hay muy pocos datos y por eso reclamamos un estudio serio poblacional», dijo.

Martínez abordará en su intervención la perspectiva de este síndrome desde el movimiento asociativo. «Hemos tenido muchas dificultades por las características de la enfermedad y ha habido poca ayuda de la administración», se lamenta. De hecho, las asociaciones imparten talleres sobre intervención en habilidades sociales por parte de los psicólogos y talleres para la preparación del entorno laboral. «Es urgente establecer programas de empleo para adultos, para evitar que se queden en casa porque no pueden acceder a los centros de día y están en casa con sus padres».