Un operario de Aqualia revisando un contador.

La empresa Aqualia detectó a lo largo del año pasado un total de 230 fraudes en el consumo de agua en los cinco municipios de Eivissa, según informaron ayer en un comunicado.

La cantidad total defraudada asciende a 85.440 euros y corresponde a unos 28 millones de litros de agua captados de forma «fraudulenta» ya sean sin contador, o mediante la realización de «enganches» sin autorización a la red general, según explicaron desde la empresa.

Los fraudes se han detectado mediante las inspecciones diarias que lleva a cabo el personal de Aqualia para «vigilar, controlar y detectar posibles acciones fraudulentas de consumo de agua».

En el momento en el que los inspectores de los servicios municipales de agua detectan un posible fraude, se levanta un acta a la que se adjuntan fotografías del mismo y, de confirmarse, se procede al corte inmediato del suministro y a la comunicación al propietario de la vivienda.

«Si el infractor no acude o no abona el importe, se consulta con el departamento jurídico y se presenta denuncia en el juzgado», apuntaron desde la empresa.

Este procedimiento permite controlar y asegurar un consumo responsable del agua. El director de la delegación de Balears de Aqualia, Eduardo del Castillo, recordó ayer en este sentido que «el agua es un recurso natural valioso, en tanto que es limitado y necesario para la calidad de vida, y es nuestra responsabilidad como empresa gestora adoptar las medidas técnicas que garanticen su buen uso. La existencia de agua no es garantía de servicio. Detrás del simple gesto de abrir un grifo y poder disfrutar de agua en cantidad y calidad, hay un proceso muy complejo y un gran trabajo que han de llevar a cabo profesionales cualificados y conocedores de cada una de las fases del ciclo integral del agua», por lo que hizo un llamamiento al consumo racional de este bien natural.