Estamos en la semana siguiente a la entrega de los premios Oscar de este 2016 y por ello, y como no podía ser de otra manera, hoy nuestra aspirante a Sardina Negra es una de las actrices más destacadas de las que han nacido en Eivissa. No en vano, si uno busca en el famoso portal de internet International Movie Data Base (IMDB) el nombre de Tita Planells, aparece que nació en 1975 en Sant Miquel de Balansat y que es conocida por sus papeles en series como L’Anell, La verdad de Laura, La ley y la vida, Diez en Ibiza, Llàgrima de Sang, El síndrome de Ulises y otras muchas más. Y eso sin olvidarnos de su papel en el programa de IB3 Entre pins i savines que resultó un tremendo éxito de audiencia y su reivindicativo pregón en las Festes de la Terra de 2014 donde echó la bronca a un ayuntamiento de Vila por el que pasaron tres alcaldesas en poco tiempo.

Este torbellino de mujer, que no para de sonreír ni bromear ni un segundo, forma parte de una familia de cuatro hermanas con padre y madre nacidos en Sant Miquel. De hecho, para la entrevista nos cita en la plaza de la iglesia del pueblo junto a la estatua de Marià Villangómez y a escasos metros del bar estanco que sigue regentando una de sus hermanas. Aunque acude a la cita con pantalón estampado, jersey negro, pañuelo a juego y gafas de sol, todo perfectamente conjuntado, su mayor atractivo es su vitalidad, su permanente sonrisa y su empatía que, como ella define en el test, es su mejor virtud.

A los pocos segundos, con un café solo con hielo y una infusión de por medio, la entrevista se convierte en una charla casi de dos amigos que se conocen de toda la vida. Tita repasa uno tras otro los temas que le preguntamos, salta de anécdota en anécdota y nos descubre un personaje que muchos desconocíamos. Madre de María, una niña de 9 años, nos confiesa que quiere apuntarse a clases de Bollywood y de claqué, y mientras intenta recordar los nombres de los actores y directores de las muchas películas que ve anualmente, sueña con dar una vuelta al mundo disfrutando de la buena música, la buena comida y los buenos vinos. Y si no, siempre le quedará Sant Miquel, el pueblo donde se crió y del que sigue disfrutando su hija, aquella por la que dejó Madrid y regresó a su tierra hace unos años.

—Estamos en la semana posterior a los Oscar 2016 y con la actriz más internacional de Eivissa. ¿No le hubiera gustado estar en Los Ángeles?

—(risas). ¿Actriz? ¿Internacional? ¿Quién te ha dicho eso? No lo soy ni mucho menos. (risas)

—Pero ha trabajado en varias series, teatroy ahora televisión... No me negará que su nombre es bastante conocido...

—Bueno tal vez aquí, en mi tierra, pero fuera no tanto. Pero bueno, volviendo a lo de los Oscar, claro que me hubiera encantado estar allí. Tiene que ser una experiencia maravillosa, sobre todo si estás nominada a un premio tan importante por tu trabajo en una película. Eso sí, la gala también se ve muy bien desde el sofá de tu casa (risas)

—¿A quien le gustaría saludar o hacerse un selfie ahora que está tan de moda esto?

—Te vas a reír pero es que no soy nada mitómana y tampoco soy muy de selfies. Respeto a quien le gusta y decide reflejar su vida de esa manera pero no soy de esas. Yo soy más de disfrutar de la experiencia para mi misma y para los que me rodean así que creo que tal vez en una gala como la de los Oscar disfrutaría más en la cena posterior o hablando con ellos distendidamente en una mesa.

—Allíconoceríaa muchos actores y directores. ¿Con quien le gustaría trabajar o por quien lo dejaría todo?

—(risas) Bueno ahora tampoco estoy muy para elegir. Es broma. Bueno entre mis actores preferidos están algunos que son muy mayores como por ejemplo Meryl Streep, Gene Hackman o Clint Eastwood. También me encantaba Philip Seymour Hoffman o Robin Williams y es una lástima que ya no estén con nosotros. Y por supuesto, de los más recientes.... González Iñárritu, los hermanos Coen o Tarantino... ¿te imaginas si un día me llaman?

—¿Y entre los españoles?

—También me gustan muchos. Almodovar y Amenábar por supuesto. Pero úl- timamente me gusta mucho todo lo que hace Daniel Calparsoro.

—¿Y qué papel le gustaría interpretar?

—Pues un poco de todo, porque realmente yo no he hecho cine nunca. He aparecido en teatro, series y ahora televisión. Pero bueno, me encantó la película de La chica danesa. Es una historia fantástica que me llenó muchísimo, y de la que creo que tendríamos que aprender mucho en nuestros días. Es fantástico como trata un tema como el de la transexualidad en el siglo XIX y como lo hacemos ahora, cuando se supone que estamos tan avanzados y al final, es todo lo contrario.

—Ha hecho teatro, serie o televisión. ¿Con cual se queda?

—Pues ahora tendría un dilema, porque mi experiencia en televisión con Entre pins i savines fue fantástica. Creo que es una de las cosas más fantásticas que he hecho laboralmente.

—Dabala sensación que se lo pasaba genial con Toni Riera y Tito Fuster.

—(risas) No era una sensación, era la realidad. No había nada sobre actuado porque entre todo el equipo del programa había una química maravillosa. Fue una experiencia genial y eso que como yo no soy reportera tuve que cambiar el chip para hablarle a la cámara de forma creíble.

—En el programa dejaron momentos para la historia como su conducción del Mehari...

—(risas) Es verdad. Sí. Momentazo. Lo que me pude reir cuando lo conducía... Y eso que al principio no me lo querían dejar pero yo me impuse (risas).

—Una ibicenca como usted. ¿Ha conocido otra isla con el programa?

—La verdad que sí. Después de tantos años fuera de la isla, gracias al programa y al equipo de producción he descubierto lugares que no había visto nunca y he vuelto a sitios que sólo había visitado de pequeña. Además, conocí gente impresionante. Será por eso que, aunque odio madrugar, no tenía ningún problema para hacer el programa. Me ponía el despertador, la música, me duchaba, me maquillaba, cogía el coche y a disfrutar. Lo dicho, un lujazo al alcance de muy pocos.

—Es que vivir en Eivissa es todo un privilegio.

—Por supuesto. Eivissa es maravillosa y yo se lo recuerdo constantemente a mi hija María de nueve años. Sé que a lo mejor soy una madre muy pesada pero le insisto una y otra vez para que se le quede grabado.

—Peroustedfue de las que se fue de la isla cuando era joven para buscar otros horizontes ¿Por qué lo hizo?

—Porque lo necesitaba. Necesitaba salir y lo hice nada más cumplir los 18 años. Mis padres siempre me recuerdan que yo iba para actriz o bailarina porque de pequeña ya bailaba delante de la tele subida a un mueble imitando las coreografías. En fin, que sentía la necesidad de volar por un tiempo.

—¿Y no le resultó duro?

—(risas) ¿Duro? Qué va. Lo estaba deseando. Lo tenía clarísimo y tuve la suerte de que mis padres me apoyaron en todo momento. Eso sí, me fui con una mano delante y otra detrás y con un saco lleno de ilusión. Afortunadamente también me ayudó que yo siempre tuve claro que aquí en Sant Miquel podía volver a recuperar mi vida cuando quisiera.

—¿Y al final porque regresó?

—Por mi hija fundamentalmente. He vivido en Madrid muchos años y me encantaba. Es mi segunda casa. Pero llegó un momento que, cuando María tenía dos años me agobié y me di cuenta que eso no era lo que quería para mi hija ni, egoístamente, para mí. No quería un colegio lejos de nuestra casa, que con dos años se montara en ruta, que viviera en un corralito de cemento y sin contacto con la naturaleza y el mar. Así que no lo dudé. Me dije, hasta aquí hemos llegado y nos vinimos a Eivissa.

—Entoncessu hija es toda una afortunada

—Por eso se lo digo constantemente. En las grandes ciudades tendrán otras ventajas pero mira, nosotros por ejemplo, vamos al colegio en Sant Miquel, salimos de casa corriendo cuando suena la campana, viene muchos días andando por el campo con las amigas y luego, si se ha portado bien, vamos a comer a la playa. En fin, un lujazo.

—¿Y si María le dijera con 18 años que se quiere ir?

—La animaré (risas). Yo la animaré a que siga su camino para que sea feliz en esta vida. Lo importante es que sea buena persona y haga algo en la vida que de verdad le llene.

—Bueno aún le queda tiempo para disfrutar paseando con ella por Sant Miquel. Es usted una de las vecinas más ilustres de la localidad.

—Y a mucha honra. Mi padre y mi madre son de aquí, de la zona de Es Puig, y tuvieron comercios aquí. Además, tuve la suerte de criarme en el entorno de la iglesia y jugar con mis hermanas en lo que ahora es la joyería que está al lado del bar estanco. Cuando era pequeña lo regentaban varios artistas, entre ellas una griega que nos dejaba que entráramos a pintar en cartulinas y retales y a la que le regalábamos flores. Sí, soy de Sant Miquel porque es un pueblo maravilloso y aquí he sido y soy muy feliz.

—¿Y ahora a qué se dedica Tita Planells?

—(risas) A disfrutar mientras muevo algunos hilitos para hacer cosas nuevas. ¿Sabes? Después de lo que disfruté con Entre pins i savines me gustaría seguir en la televisión, tal vez, haciendo un programa como el de Un país para comérselo.

—¿Noha pensado en dedicarse al baile? Su baile de Bollywood en la gala de la Fundación Vicente Ferrer junto a Imanol Arias fue impresionante...

—(risas) Bueno es que me encanta bailar aunque luego me autocensuro bastante. Ya ves tu que tontería. Soy muy loca y muy lanzada pero luego al final me echo para atrás poniéndome alguna excusa.

—¿Si? No me lo puedo creer.

—(risas) Pues sí. Pero bueno ahora que lo dices creo que mi próximo proyecto será apuntarme a unas clases o comprarme unos zapatos de claqué, porque después de ver la película Ave Cesar me entraron las ganas enormes de practicar.


LA PREGUNTA

-¿Un grupo o un cantante preferido?

- En Mi casa siempre hay música porque me encanta cualquier estilo. No hago distinciones mientras se trate de una buena canción que me llegue al corazón. Y como tengo tantos grupos y cantantes que me gustan no te voy a decir ninguno en concreto para no hacerles un feo a los demás. No sería justo con ninguno de ellos.

EL TEST

Un libro

Seda de Alessandro Baricco

Una película

La chica danesa

Una serie

Mad Men

Un cantante o un grupo

Me gusta tanto la música que no me puedo quedar con ninguno en concreto. Sería hacerles de menos

Un color

Rojo

Un plato de cocina

Un arroz con bogavante caldosito y con un buen vino

Un deporte

Bailar, jugar y reír

Un lugar de la isla donde perderse

Este último verano he descubierto muchos rincones de la costa norte

Un viaje que nunca olvidará

A Tokio cuando estuve tres meses viviendo allí

Una manía

Soy muy controladora

Un defecto

La ansiedad que me puede a veces

Una virtud

La empatía

Un sueño por cumplir

Un viaje alrededor del mundo con buena música, buena comida y buen vino

Alguien a quien admire

A mi padre y a mi madre