Santiago Maíllo, en una jugada del partido de ayer. Foto: DANIEL ESPINOSA

Un irreconocible HC Eivissa cedió una dolorosa y sonrojante derrota (17-27) ante un Torrevieja que supo frenar a los hombres de Félix Mojón, que estuvieron muy por debajo de sus guarismos habituales.

El conjunto naranja aguantó el tipo durante el primer tiempo, aunque cuando llegó al descanso ya iba cuatro goles abajo (10-14). Tras el asueto, los ibicencos no reaccionaron y pronto se hundieron ante la superioridad visitante. Guillamó y Joaquín, que con nueve tantos cada uno, fueron una auténtica pesadilla para el HC Eivissa, que vio impotente cómo su rival se llevaba un cómodo triunfo de Es Pratet.