Así lucía ayer el acceso principal a Jesús, con la vía cortada por obras. | Daniel Espinosa

La reapertura para Semana Santa del principal acceso a Jesús continúa en el aire por los retrasos que está sufriendo el proyecto de adecuación y mejora de la travesía. Los trabajos acumulan más de dos meses de retraso desde que fueron encontrados varios restos arqueológicos de importancia, como los de una vivienda del siglo II antes de Cristo y diversas tumbas, y la preocupación aumenta entre vecinos y comerciantes a escasos días de las vacaciones.

El 18 de noviembre fue la fecha acordada para el inicio de las obras del primer tramo de la carretera que cruza la localidad. El segmento, de alrededor de un kilómetro, permanecería cortado al tráfico durante un periodo de 45 días; es decir, hasta principios del mes de enero. Esto decía la teoría. En la práctica, los trabajos no comenzaron hasta el día 23 de noviembre porque previamente había que instalar una rotonda provisional en la carretera de Santa Eulària a la altura del desvío de Servicios Palau. Y éste solo fue el primero de los obstáculos con que se ha topado la reforma.

El hallazgo de restos arqueológicos fue, el 6 de enero, el inesperado regalo que dejaron los Reyes Magos en la travesía de Jesús, lo que motivó un retraso en las obras de dos semanas, según explicó en un primer momento el Consell d’Eivissa. Días después, el jefe de obra y director del departamento de Carreteras, Toni Marí, matizaba en este periódico que la demora duraría al menos un mes, al tiempo que advertía de que las catas que se iban a realizar en el tramo afectado podrían revelar nuevos hallazgos. Y así fue.

Durante la primera semana de febrero, la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, trasladó el estado del proyecto a la Asociación de Vecinos de Jesús garantizando que el tramo de la carretera PMV-810.1 que une esta parroquia con Eivissa reabriría antes de Semana Santa (antes del próximo día 24). Esta redacción trató de averiguar a través del Consell cuándo se reabrirá el trazado, sin éxito.

Sin embargo, a una semana vista, el estado de las obras no invita al optimismo entre los afectados. «Tenemos muchas dudas. Para los comerciantes ya ha sido muy negativo que el tramo lleve todo este tiempo cerrado, pero que no abra tampoco para Semana Santa sería fatal, una muy mala noticia», lamentó ayer el presidente de la Asociación de Vecinos de Jesús, Jürgen Bushe, quien se reunirá mañana con la consellera para abordar la situación de las obras.

Los trabajos, lejos de finalizar el día 28 de este mes (sus cuatro tramos), como precisaba inicialmente el contrato, sufrirán un aplazamiento y se reanudarán en otoño.

Por otra parte, Bushe mostró ayer su preocupación por la situación de colapso que sufre la carretera de Santa Eulària en los accesos a Vila y la variante de Jesús. «Si tiene estos problemas de tráfico ahora que no hay gente, ¿qué pasará durante la temporada?», se pregunta el representante vecinal.