Uno de los niños se coloca a los mandos de una de las máquinas agrícolas traídas ayer hasta Forada. | Toni Escobar

Los alrededores del Centro Social de Forada se volvieron a convertir ayer en un gran homenaje a esa Eivissa rural y de interior que mucha gente no conoce, sobre todo los turistas que vienen buscando especialmente playa, discotecas y beach clubs.

Los encargados de hacerlo posible volvieron a ser los miembros de la Associació de Veïns de Buscastell, quienes organizaron, en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Antoni y por quinto año consecutivo, sa Fira Rural de ses Quatre Vendes, Forada, sa Vorera, es Pla y Buscastell.

En esta ocasión, las personas que se pasaron por el lugar pudieron disfrutar desde las 11.00 horas, momento en el que sa Colla de Buscastell inauguró oficialmente la feria, con al menos 45 puestos de artesanos, vendedores de fruta o productos locales, junto a distintas granjas de animales, empresas de maquinaria agrícola e, incluso, distintos tipos de aves y palomas traídas para la ocasión.

En este sentido, los que más disfrutaron con todo ello fueron los más pequeños de la familia que tuvieron la oportunidad de ver vacas, cerdos, caballos, ovejas, cabras y otros ejemplares diferentes de razas autóctonas, al natural y a escasos metros, jugar con ellos y darles de comer. E, incluso algunos pequeños, los más valientes, se atrevieron a ponerse a los mandos de algún pequeño tractor, eso sí, todo de modo simbólico puesto que en ningún momento se encendió ningún motor.

Además, durante esta quinta edición se realizaron diferentes actividades en las que se mostró el trabajo que se realiza en el campo como, por ejemplo, una demostración de arada. Igualmente, tampoco faltaron los tradicionales paseos en carro de barana, la suelta de palomas, la elaboración de elementos tradicionales a base de esparto, o la cata y la venta de productos de alimentación como miel, verduras, aceite, bunyols o ví pagès. Esto último muy valorado entre los curiosos y residentes de más edad.

Además, a la hora de comer, los miembros de l’Associació de Veïns de Buscastell se atrevieron a cocinar una suculenta paella a precios populares para, ni más ni menos, que unas 600 personas.

Pageses Emprenyades

Este año, como novedad, los asistentes pudieron disfrutar de la actuación de las Pageses Emprenyades, a las 17.00 horas, en el escenario instalado frente al centro social.

Algo que demuestra que esta feria, que nació en una conversación entre padres de alumnos del colegio de Forada que querían revitalizar la zona, se ha convertido en una cita obligada durante el mes de marzo en Eivissa. «Aún me acuerdo como si fuera ayer el día en que charlábamos de promocionar el interior de la isla y como empezó todo», asegura en una entrevista a este periódico Paquita Riera, miembro de la l’Associació de Veïns de Buscastell y una de las impulsoras de este encuentro.

En este sentido, Riera aseguró que el éxito de Sa Fira Rural de ses Quatre Vendes se basa en que se realiza al aire libre y en un entorno privilegiado, en marzo cuando las temperaturas son más agradables, en que no hay encuentros parecidos en la isla y, sobre todo, en que «todos los que participamos en la organización somos amigos, familiares y vecinos que nos llevamos muy bien».